lunes, 31 de enero de 2011

El que no cree.

El Apóstol Juan, Juan el Amado de Jesús, Juan el único hombre sobre la faz de la tierra que por recostar su cabeza en el pecho del Señor, tuvo también el privilegio de recibir toda la revelación acerca de los tiempos de fin.

Ese mismo hombre fue quien recibió otros privilegios de Nuestro Señor, estuvo entre quienes vieron la transfiguración en el monte; estuvo al lado del Señor en la última cena, y recibió del corazón de Jesús luz acerca de la vida y la muerte como nos lo dice en su epístola en el capítulo 3 y verso 36: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo NO VERA LA VIDA, sino que la IRA de Dios está sobre él". Muchas personas se viven quejando que todo les sale mal, que empresa que emprenden está destinada a quebrar; que lucha que hacen resulta infructuosa, etc. Pero, cuando ha sido el momento de conocer y recibir a Nuestro Señor, piensan, esas son cosas para viejas o para moribundos pero no para hombres. El estar bajo el amparo del altísimo nunca ha sido sólo situación de ancianos o de moribundos.

El Señor mismo en los albóres de su ministerio dijo: "No he venido a los que están sanos, sino he venido a sanar a los enfermos". Y, si somos honestos, nosotros somos enfermos. El orgullo no deja que veamos que somos enfermos, pero lo somos. Y, en la medida que lo comprendamos, dejaremos que Dios tome la rienda de nuestras vidas y haga con ellas lo que le plazca, que dicho sea de paso... nunca será malo. De lo contrario, la ira de Dios caerá sobre nosotros. Meditemos.

domingo, 30 de enero de 2011

Todos, algún día andamos camino a Emaús.

Nos narran los libros de Marcos y Lucas, que luego de la muerte y supultura de Nuestro Señor Jesucristo, dos de sus discípulos entre los que se encontraba Cleofas, iban desilucionados y tristes hacia Emaús pensando que todo había terminado.

Nos dice el libro de Lucas en el capítulo 24 y versos 13-30 que, Jesús mismo se acercó a ellos y caminaba con ellos, pero ellos simplemente NO LE RECONOCIERON. Entonces Jesús al ver su actitud derrotista les preguntó ¿qué pláticais tenéis?. Ellos, con detalles le contaron lo acontecido en los últimos días, y cómo, aquél que había sido su líder, su guía, su gran esperanza de redención para Israel, hoy, ya era tercer día y seguía enterrado. Aún y cuando unas mujeres nos han contado que ha resucitado. Nuestro Señor Jesucristo caminó con ellos hasta el lugar donde iban a comer, y al bendecir el pan, abriéron sus ojos y vieron que era su Señor.

¿Cuántas veces nos pasa en la vida, que vamos camino a Emaús? Se nos olvida todo lo que Nuestro Señor nos ha hablado y perdemos la esperanza. Es, hasta que él hace un gesto extraordinario en el problema que nos aqueja, que nuevamente abrimos los ojos y nos damos cuenta que EL HA CAMINADO CON NOSOTROS TODO EL TIEMPO. Meditemos.

sábado, 29 de enero de 2011

Y yo no le conocía.

Muchos creyentes estudiamos todos los días por diferentes razones, unos, buscamos conocer más del corazón del Señor; otros, quizás creemos que por el mucho estudio viene más revelación; otros, lo hacemos porque en la iglesia nos dan un patrón y hay que cumplirlo; otros más, lo hacemos por costumbre, etc.

Todos somos cristianos, todos tenemos ganado el "talento" de la parábola que mencionó Jesús, en otras palabras, todos somos salvos. Pero, hemos de entender que las grandes revelaciones de Dios, no vienen ni por leer la Palabra de Dios, ni por estudiarla. Las grandes revelaciones son "inspiradas por Dios a sus escogidos". Para probar lo antierior miremos un ejemplo muy claro, si recordamos el libro de Lucas en el capítulo 1 y verso 36, vemos que María la madre de Jesús (el hombre) era parienta de Elizabet, la madre de Juan el Bautista. En otras palabras, cuando Juan el Bautista era adulto y Jesús también, ambos se conocían porque eran parientes. Sin embargo, en el evangelio de Juan en el capítulo 1 y versos 29-31 leemos: "El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y le dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquél de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí, porque era primero que yo. YO NO LE CONOCÍA, mas, para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua".

Hemos de decir que el verbo "conocer" (Eido) utilizado aquí, es distinto al verbo "conocer" que se utiliza en otros versos, que implican "relación íntima", como en Mateo 1:25 (Ginosko). Aquí pues, vemos una "revelación dada por el Espíritu Santo, pues "Eido" implica: discernir, ver más allá de los ojos humanos, descubrir. En otras palabras, Juan el Bautista no supo que Jesús se convertiría ante sus ojos por medio del bautizmo en el Mesías, en el Cristo, en el Hijo de Dios públicamente expuesto... HASTA QUE le fue revelado por el Espíritu Santo. Meditemos.

viernes, 28 de enero de 2011

Cuando el pasado ya no nos alcance.

Todos los humanos cometemos errores, unos grandes otros pequeños, pero el hecho es que cuando esos errores los tratamos con los hombres, casi siempre somos rechazados.

Delante de Jesús estuvieron personas que cometieron errores: Pedro, negó al Señor; la Samaritana, era una adúltera; Zaqueo, era un ladrón. etc. Pero todos cuando esos pecados los alcanzaron delante de los hombres... fueron rechazados. Mientras que cuando estuvieron frente a Jesús... ninguno fue rechazado. El Apóstol Juan nos dice el por qué en su epístola primera en el capítulo 2 y versos 1-2: "Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, ABOGADO tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados".

Aquí en la tierra y delante de los hombres, nuestros pecados son una carga enorme que no sólo nos atormentan sino que nos persiguen hasta tarde o temprano alcanzarnos. Pero, si estamos con Jesús, el día del juicio delante de Dios ya no serán una carga nunca. Meditemos.

jueves, 27 de enero de 2011

Y serán una sola carne.

Cuando Dios instituyó el vínculo del matrimonio Adán, inspirado por el Espíritu Santo dijo: "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se UNIRA a su mujer, Y SERAN UNA SOLA CARNE (Génesis 2:23-24).

Para Dios, el vínculo del matrimonio no inicia cuando un líder en una ceremonia bendice en el nombre de Dios a la pareja, sino cuando tienen su primera relación sexual. La relación sexual es la que hace al hombre y a la mujer, esposo y esposa. Es por ello, que Pablo nos exhorta de la siguiente manera: "¿No sabéis que vuestros miembros son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O, no sabéis que el que se UNE a una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: "Y los dos serán UNA SOLA CARNE" (1era. Corintios 6:15-16). En otro sentido, el hombre que tiene dos mujeres, o, la mujer que tiene dos hombres, cometen adulterio.

No podemos, ni debemos, acostarnos con una persona a la cual no hemos recibido en matrimonio. Es una abominación para Dios. Nos hacemos una sola carne con la ramera si hacemos eso. Todo hombre o toda mujer que no sea nuestra pareja en el santo vínculo del matrimonio, hace las veces de ramera en nuestras vidas, y por lo tanto, nos hace prostituir el nombre del Cristo que llevamos dentro, y eso... es un sacrilegio. Meditemos.

miércoles, 26 de enero de 2011

Tan perfecto que parecía el Hijo de Dios.

Cuando Juan el Bautista vio la luz del mundo después de haberse preparado escondido, muchas de las gentes de Jerusalén pensaron que él era el verdadero Mesías esperado por siglos. ¿Por qué?.

Porque su testimonio era tan perfecto, que parecía el Hijo de Dios anunciado y esperado por su pueblo. Dice de él, Juan el Apóstol en su libro: "No era él la luz, sino para diese testimonio de la luz vino" (Capítulo 1:8). Y más adelante escribe que cuando le preguntaban si él era el que había de venir y al que esperaban: "Confesó y no negó, sino confesó: YO NO SOY EL CRISTO (verso 20). Qué clase de testimonio de vida tan impresionante tuvo que haber dado Juan el Bautista, para que mucha gente creyera que él era el Cristo.

La pregunta para nosotros sería ¿Será que algún día llegaremos a vivir de tal forma que las gentes que nos rodean se den cuenta que hay un Cristo siquiera? ¿Estamos viviendo una vida diferente a la que viven las gentes del mundo para anhelen tener a Jesús como su guía, como su redentor, como amigo? Meditemos.

martes, 25 de enero de 2011

No lloréis por mí.

Luego que Jesús fue tomado preso, lastimado, ridiculizado, y condenado a muerte por los romanos a instancias de la clase religiosa judía. Le fue impuesta la cruz como castigo, la cual por estar él tan lascerado no pudo llevar, entonces llamaron a Simón de Cirene para que la llevara por él (Lucas 23:26).

Mientra Jesús caminaba detras de su cruz, mujeres del pueblo que le seguían lloraban y hacían lamentación por él. Pero vuelto hacia ellas les dijo: "Hijas de Jerusalén no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos, porque he aquí vendrán días en los que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientrs que no concibieron, y los pechos que no criaron" (Lucas 23:29). Jesús en ese momento no sólo estaba consolando a las mujeres que sufrían viéndolo sufrir a él, sino nos estaba anunciando otra señal del final de los tiempos. No sabemos en cuántas de las familias que léen éste blog sucede, pero nosotros hemos estado observando en los últimos diez o quince años, cuán difícil les es actualmente a las mujeres tener un parto normal, muchas tienen a sus hijos por cesárea, otras tantas pierden a sus hijos porque la placenta no los retiene, y otras muchas, pero en realidad muchas no pueden quedar esperando un bebé.

Las señales que Jesús dijo acerca del final de los tiempos nos están rodeando, engaños, hambres, guerras, naciones contra naciones, el corazón de los padres contra los hijos y el de los hijos contra los de los padres, corrupción, violencia, engaño espiritual, seudo cristos y seudo cristianos, seudo líderes o líderes corruptos y ambiciosos, esterilidad en las mujers, etc. No lloremos por Jesús, lloremos por nosotros mismos. Meditemos.

lunes, 24 de enero de 2011

Mejor es no prometer...

Es muy dado del ser humano vivir alejado de Dios, vivir medio en comunicación con Dios, o, simplemente, no tomarlo en cuenta... ¡HASTA QUE!

Conocemos a una persona que hace muchos años vivía en esas condiciones, fumaba, bebía y tocaba a toda mujer ajena que se lo permitía... HASTA QUE. La muerte vino a pedir permiso para llevarse a su hijo recién nacido, entonces hizo un pacto con Dios, él se compometía a dejar todos los vicios y seguir a Jesús, pero Jesús le dejaba a su hijo. Hemos sido testigos de que ese pacto no se ha roto hasta el día de hoy. Y, hoy, el hijo también sigue a Jesús. Hemos presenciado el caso contrario, personas que han hecho grandes promesas a Dios pero en cuanto reciben lo pedido, se olvidan de Dios. De más está contar aquí los resultados catastróficos que hemos visto. Dios conoce el corazón humano, puesto que él es el fabricante. En el libro de Deuteronomio 23:21, dice: "Cuando haces voto a Jehová tu Dios NO TARDES en pagarlo, porque ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de tí, y sería pecado en tí, mas si te abstienes de prometer no pecas".

Es un delito muy grave delante de Dios el prometer y no cumplir. Si no pensamos cumplirle a Dios una promesa mejor no ofrecerla, no sea que lo provoquemos a ira. Y cuando Dios se enoja, entonces nos vuelve a llamar pero ya no con delicadeza sino con gran dolor. Meditemos.

domingo, 23 de enero de 2011

¿Qué significa la palabra re-generación?

En una oportunidad los saduceos que negaban la resurrección de las almas, le preguntaron a Jesús con mala intención: Una mujer murió sin descendencia y como la ley de Moisés lo estipula, la tomaron sucesivamente sus otros seis hermanos, pero ninguno le dió descendencia, entonces, ¿Cuando resucitemos, de quién de los siete será la esposa?

Jesús, conociendo que ellos actuaban con toda la mala intención del caso, les explicó con detalle lo siguiente: "Los hijos de éste siglo se casan y se dan en casamiento, pero, los que fueren tenidos por dignos de alcanzar la otra vida y la resurrección de entre los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento" (Lucas 20:27-35). Jesús, primero nos da la lección de que HAY VIDA DESPUES DE LA MUERTE; segundo, hace una clara división entre lo que significa ésta vida, y lo que significa la otra para Dios; tercero, nos enseña la diferencia de vida que hay en ésta vida, y la diferencia que hay en la otra vida... en el humano. Luego, si estudiamos lo que él dijo acerca de éste pasaje en el libro de Mateo, entendemos todo completamente. Allí, él se refirió a ésta vida como una "generación", que en Hebreo (Dor) significa: período de tiempo, o, generacional; y que, en Griego (Genea), significa: Generacional, o, sucesión generacional, que es lo que conocemos como genealogía de las personas.

Pero, Jesús al referirse a la otra vida dijo: "re-generación", palabra que no existe en el Hebreo, pero que en Griego (Paliggenesia) significa: Nuevo nacimiento, recreación de algo, renovación de la herencia, un cambio radical en la mente. Pero hay otros dos significados más impresionantes todavía, y son: Uno: Una renovación en la tierra "después" del baño de lágrimas; y el segundo, una renovación "después" de haber destruido la tierra con fuego. Que es lo que nosotros simpre hemos sostenido desde ésta ventana, que en el tiempo de Noé la destrucción fue con agua, pero en el final de los días será con fuego. Meditemos.

sábado, 22 de enero de 2011

Entonces... ¿Ningún rico entrará?

Hace unos días escribimos acerca de cómo Jesús dijo que "difícilmente" un rico entra al Reino de los cielos. Alguien nos hizo la pregunta: Entonces... ¿Ningún rico entrará?. Primero lo primero, Jesús dijo: "difícilmente, no imposiblemente". (Mateo 19:23).

¿Qué dijo Jesús? Nosotros los humanos, y especialmente los latinos, tendemos a escuchar una palabra y a entender otra. A los mismos discípulos les sucedió, mire usted lo que ellos dijeron cuando oyeron a Jesús: ¡Entonces quién podrá ser salvo! (verso 25 de Mateo 19). Pero, Jesús mismo les y nos explica la situación cuando recalca en Marcos 10:23-24, lo que él realmente estaba diciendo: ¡Cuán DIFICIL les es entrar al Reino de los cielos, a aquellos que CONFIAN en sus riquezas!. Lo que Jesús estaba diciendo NO es que por tener placeres en éste mundo, usted o nosotros ya estamos DESCALIFICADOS para entrar al Reino de los cielo. Si así fuera, Jesús se estaría contradiciendo, pues qué pasaría con Abraham, con David, con José de Arimatera, con Zaqueo, con el mismísimo Pablo, que, aunque no era millonario al menos venía de una familia pudiente, ya que de lo contrario no hubiera podido tener la educación avanzada que tuvo.

Jesús recalca que: Es el rico, el medio rico, y aún el de clase media que tiene algo, y, SE AFERRA A ESE ALGO en lugar de aferrarse a Dios... el rico que difícilmente entrará al Reino de los cielos. Meditemos.

viernes, 21 de enero de 2011

A testimonio dado... no hay quite.

Hay un refrán popular que dice: "A golpe dado... no hay quite", hoy quisimos tomarlo para ilustrar una situación que se nos da en los caminos del Señor.

Dice Pablo que nuestras vidas son como "libros abiertos" para las personas que nos rodean, en un libro abierto uno puede leer sus líneas y saber o conocer de qué se trata el libro, en ocasiones, el título es el que nos habla pero generalmente tenemos qué leer algo de ese libro para conocer su contenido. Eso somos nosotros para las personas que nos miran lo que hacemos, cómo lo hacemos, y para qué lo hacemos. Dos acompañantes de Jesús, hermanos entre sí, fueron llamados por el mismo Señor "Boanerges" que significa "hijos del trueno", la pregunta es: ¿Por qué cree usted que Jesús mismo les puso así? (vea usted Marcos 3:17). Simplemente porque eran volados de carácter, eran de mecha corta, con poco y nada reventaban el par de hermanitos. ¿Sabe usted quienes fueron los dos hermanitos que querían que Jesús les diera permiso para que oraran y descendiera fuego del cielo para destruir a Jesrusalén? Pues claro, Juanito y Jacobito, los boanerges (vea Lucas 9:51-54).

Todo lo que hacemos, todo lo que decimos, cómo, por qué, para qué, en dónde, etc. etc. DICE QUIENES SOMOS. Y, si nos decimos CRISTIANOS porque somos seguidores de CRISTO, eso es lo que la gente del mundo cree que ES y que debe de HACER un cristiano. Y, si no ven diferencia entre lo que ellos hacen y lo que nosotros hacemos, entonces ¿Para qué se van a convertir en seguidores de Cristo? Meditemos.

jueves, 20 de enero de 2011

¿Por qué es difícil que un rico entre en el Reino de los cielos?

No hay humano cuerdo de su mente, que no haya soñado o que no busque las riquezas. Es un sentimiento que todo ser humano guarda en su corazón, por ello los planes, por ello las metas que nos imponemos, por ello tanta lucha y tanto esfuerzo. Algunos lo logran otros nos quedamos en el camino.

Pero, no como un consuelo de tontos sino como un verdadero sostén espiritual, alguna vez debiéramos de sentarnos a pensar ¿Por qué es que no lo logro, o, por qué no lo logré hasta el día de hoy?. Jesús en una situación en la cuál "vino uno corriendo" dice la escritura, y le pregunta: ¿Maestro bueno, qué he de hacer para heredar la vida eterna? Jesús le responde: "Si ya cumples todos los mandamiento", anda, ve, y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres" (Marcos 10:17-20). Pero la escritura nos dice más abajo: "Pero él (el que se había acercado de prisa) se fue AFLIGIDO y TRISTE por ésta palabra, pues tenía muchas riquezas" verso 22. Quizás hemos pensado alguna vez: !NINGUN rico entrará al Reino de los cielos entonces¡ No necesariamente, José de Arimatea era rico y está en el Reino de los cielos; Zaqueo era rico y entró en el Reino de los cielos. Entendamos bien, Dios nos dijo: "OBEDIENCIA QUIERO Y NO SACRIFICIO".

La palabra que Jesús le dió a ESE rico, era ESA acción. No era una acción para TODOS los ricos. La obediencia a ESA palabra era lo que le daba la entrada al Reino de los cielos a ESE rico, pero él la deshechó. Mire lo que dice Jesús en uno de los versos más abajo (24): "Cuán difícil les es entrar en el Reino de los cielos, a los que CONFIAN en las riquezas". Jesús no condenó a los ricos, sino a aquellos ricos que CONFIAN en sus riquezas más que en la OBEDIENCIA a Dios. Meditemos.

miércoles, 19 de enero de 2011

Yo quiero ser como Loida y Eunice...

En cierta ocasión Pablo exhortaba a Timoteo para que utilizara el "don" que Dios le había dado, con las siguientes palabras: "Oro por tí, trayendo a la memoria, la fe no fingida que hay en tí, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y luego en tu madre Eunice, y estoy seguro que en tí también. Por lo cual te aconsejo que AVIVES el don de Dios que hay en tí, por imposición de mis manos" (2da. Timoteo 1:4-6).

¿Cuántas veces no nos ha dado Dios una palabra sobre nuestras vidas? ¿Qué estamos haciendo para poner a trabajar el "don que Dios a puesto sobre nosotros? Estamos sirviendo, estamos consolando, estamos intercediendo por otros, estamos ayudando a otros, estamos compartiendo con otros. Todos los que seguimos a Dios en alguna medida hemos sido galardonados "con un don, con un talento, con al menos una virtud". ¿La estamos trabajando o la estamos enterrando? En la parábola de los talentos vemos cómo Dios NO reparte por igual los talentos, las virtudes, los dones, pero a todos nos da algo. Y, es obvio que espera réditos, que espera resultados. El día que él venga en su gloria o que nos mande a llamar ¿Qué le diremos?. Señor, diez me diste, te los devuelvo junto con las ganancias. O, por el contrario le diremos: Señor, sabía que eras un amo duro, y por eso, para no arriesgarme a perderlos mejor los enterré y aquí te los devuelvo.

El sólo hecho de devolver lo que con tanto amor él nos dió... NO LO AGRADA. El desea que trabajemos esos talentos y que produscamos réditos. ¿Cómo se sentiría usted se después de cuarenta, cincuenta o sesenta años de tener su dinero en el banco, el banco le dijera: Don Jaime, Don Salvador, Doña Marina... aquí está su dinero de regreso, pero, sin interéses? !Usted espera REDITOS¡ Pues Dios también. Timoteo produjo réditos, por lo que le enseñaron su madre Eunice y su abuela Loida, seamos un buen ejemplo como ellas. Meditemos.

lunes, 17 de enero de 2011

Los casados vivan en su propia casa.

La primera institución que los ojos de los hombres vieran fundada fue el matrimonio, y fue fundado por Dios. Y lo fundó con las siguentes palabras: "Por lo tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre,, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne" (Génesis 2:24).

Ahora bien, esto implicaba no solamente que el hombre y la mujer dejarían su casa, sino también que su casa los dejaría a ellos. Nos explicamos, el hombre y la mujer que se casan se desligan de la casa de su padre y de su madre, pero también los padres se desligan de ellos. No implica esto pleito alguno, ni alejamiento por siempre, pero sí libertad, independencia, y cierta lejanía. Quizás por el incumplimiento de éstas leyes de Dios, es el famoso rosario de chistes que vemos entre yernos y suegras, entre nueras y suegras. Este principio lo vemos repetido o aseverado por Dios más adelante, cuando muy claramente le dice a Abraham, lo mismo, pero en palabras MUY entendibles: "Pero Jehová había dicho a Abram: VETE de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, A LA TIERRA QUE YO TE MOSTRARE" (Génesis 12:1).

Lo ideal, a pesar de que hoy en día los costos de la vida son tan altos, es que, una pareja que toma la decisión de casarse, vivan independientemente de sus padres. Que vivan solos, no importan los lujos o las limitaciones, no importa si aquí o allá, pero sí importa que lo hagan solos, por algo es un principio bíblico. Por lo tanto, para la sanidad de la nueva pareja es lo mejor. Meditemos.

domingo, 16 de enero de 2011

Al 30, al 60 y al ciento por uno.

La famosa parábola del "sembrador" ha sido mal interpretada, en cierto sentido, por siglos, pues muchas personas asocian el 30, el 60, y 100 con porcentajes. Pero no fue eso lo que Jesús nos dijo en Mateo 13.

Es muy distinto que usted siembre patatas y que la semilla le dé el 30%, el 60% o el 100%, lo que implicaría que de cada 100 patatas usted obtendría 30, ó 60, ó 100 patatas. A que usted obtenga 30 patatas por una, o 60 patatas por una, o mejor aún, 100 patatas por una. En otro sentido, se ha creído que cuando Jesús nos dió la parábola del sembrador, todos fueron salvos. Y tampoco es así, pues la semilla que vemos al lado del camino... murió; la semilla que vemos sobre las rocas... murió; y la semilla que vemos entre los espinos... murió. Solamente la semilla que cae en buena tierra es la que germina, la que nace, la que crece, la que da fruto. ¿Qué significa eso?

Eso es precisamente la semilla que el fruto da al 30, 60 ó al ciento por uno. Eso significa que algunos de los que nacen de nuevo, "oyen y practican" lo que Dios le enseña y con eso se conforman, esos son los del 30 por uno. Que otros no sólo "oyen, practican, sino que también gustan nombrar al Señor en sus asuntos", esos son los del 60 por uno. Pero hay quienes no sólo se conforman con "oir, practicar y nombrar al Señor, sino también gustan de convivir o intimidar con él"... esos son los que tarde o temprano darán fruto al ciento por uno. Meditemos.

sábado, 15 de enero de 2011

No puede ser mi discípulo.

En el libro de Lucas en el capítulo 14 y verso 27 leemos las siguientes palabras de Jesús: "Y el que no lleva su CRUZ y viene en pos de mí, NO PUEDE SER MI DISCÍPULO".

Desde ésta ventana hemos predicado siempre que el cristiano sufre, a veces hemos sido mal interpretados pues muchos han pensado que la vida del creyente entonces "tiene que ser un suplicio para poder agradar a Dios". NO ES ASI. Lo que hemos tratado de explicar es el hecho de que tanto el creyente como el no creyente padecen escacez, padecen desempleo, padecen enfermedades, padecen penas, padecen persecusiones, tienen temores, y hasta los alcanza la muerte. Pero, que el hecho de tener como aliado a Jesús en nuestro corazón, hace una diferencia a la hora de tener que llevar esas cargas. Y, además, nos acredita como discípulos de él.

Llevar la cruz lo dijo Jesús como una analogía, no es literal. Pero implica hacernos responsables por toda angustia que llegue a nosotros. No tirar la toalla como decimos popularmente, sino enfrentar la situación mala que está frente a nosotos sabiendo que Jesús nos hará salir adelante sin ser avergonzados ni pasar las penas que pasaríamos si no lo tuviéramos a él. Meditemos.

viernes, 14 de enero de 2011

A muchos... pero no a todos.

El libro de San Marcos nos narra cómo en cierta ocasión al Señor le llevaron a TODOS los enfermos de una ciudad (se cree que era Betsaida de donde eran nacidos Pedro y su hermano andrés) para que los sanara, pero dice la escritura que: Sanó a MUCHOS, lo que implica que no a todos (Marcos 1:32-34).

¿Por qué Jesús si tenía poder no sanó a todos? ¿Acaso su poder era limitado? ¿Acaso no les tenía amor a todos sino nada mas a algunos cuantos?. No. Dice la escritura que Jesús hacía lo que miraba hacer al Padre. Lo que implica que cuando a Jesús le fueron abiertos los cielos el día que Juan lo bautizó, nunca se cerraron para él. Por lo tanto cuando Dios Padre le decía a éste sí, a éste no... Jesús solamente obedecía. Ahora bien, ¿cuál era la razón por la cual no eran sanados todos? Por la misma razón por la cual hoy, no son sanados todos aquellos por los cuales oramos a quienes nos piden oración. DIOS TIENE UN PROPOSITO ESPECIAL PARA CADA PERSONA. Y, lamentablemente, si ese propósito no nos cuesta nada, como buenos humanos NO lo vamos a apreciar. En otras palabras, y, hablando en términos comerciales TODO tiene un precio, y si no lo pagamos, NO lo podemos o NO debiéramos tenerlo.

Es por esa razón que, aún y cuando, oramos por muchas personas todos los días, no todos se curan, no todos consiguen un empleo, no siempre se logran los fines inmediatamente, etc. y, también es esa la razón por la cual siempre cerramos el mensaje diciendo: Dios QUIERA bendecirnos a todos, pues, de que puede, puede, pero ¿lo querrá hacer? Meditemos.

jueves, 13 de enero de 2011

No os afanéis por vuestra vida.

Platicábamos con la familia en los días de fin de año lo siguiente: ¿Qué sucedería o cómo sería el mundo si no necesitáramos el dinero para comprar algo? ¿Qué clase de vida llevaríamos si no dependiéramos del dinero? La conclusión no se hizo esperar, no habría guerras, no habría diferencias de clases sosciales, el mundo simplemente sería otro.

Esa es la clase de vida que Dios desea para el hombre, una vida en donde lo primero que esté en su mente y en su corazón NO SEA EL DINERO. Definitivamente no podemos a éstas alturas de la carrera humana, eliminar el dinero para vivir, pero, sí lo podemos poner en un segundo o tercer plano. Si ponemos a Dios en el primero. La familia en el segundo, la iglesia en el tercero, el amor al prójimo en cuarto, y así sucesivamente, vemos relegado el dinero a un término de uso y no de abuso. Jesús sabía eso perfectamente y por ello, en una plática que tuvo con una multitud en la que uno de ellos le dice: "Maestro, dí a mi hermano que parta conmigo la herencia", Jesús aprovecha a decirle dos consejos: Uno, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre NO CONSISTE en la abundancia de bienes; y dos, NO OS AFANEIS por vuestra vida (Lucas 12:13-24).

Ahora bien, el ejemplo que Jesús expone acerca de NO AFANARSE es al menos para nosotros "impresionante". Mire usted la analogía que Jesús hace acerca del amor tan grande de Dios. "Considerar a los CUERVOS que ni siembran, ni siegan, que ni tiene despensas, ni graneros, Y DIOS LOS ALIMENTA. ¿Por qué decimos que es impresionante? Pues porque si usted lee el libro de Levítico en el capítulo 11 y verso 15, verá que los CUERVOS están catalogados como animales inmundos. Entonces la pregunta es ¿Si Dios cuida así de algo que para él no vale nada, se imagina lo que hará por nosotros que somos sus amados? Meditemos.

miércoles, 12 de enero de 2011

El que no es con nosotros, es contra nosotros.

En cierta ocasión se le acercaron los discíplos a Jesús para indicarle que habían personas que no caminaban con ellos, pero que estaban haciendo lo mismo que ellos. La respuesta de Jesús fue clara y contundente: No se lo impidáis.

Muchas personas que ven la relación con Cristo como una religión, piensan que Dios tiene patrones y normas de las cuales no se sale nunca, y que por lo tanto nosotros tenemos que ser iguales. Cuando pensamos así, lo único a lo que llegamos es al "fatal legalismo" que dicho sea de paso, ha matado a más de una persona en el camino cristiano. Ciertamente Dios tiene normas, reglas, patrones establecidos, pero, también es soberano, cualidad y virtud que le permiten, si le place, dar un paso en donde nosotros creemos que no se puede ni se debe dar. Vea usted el caso más claro que la escritura nos puede mostrar, en tiempos de David el Rey de Israel, era totalmente prohibido que alguien que no fuera el sacerdote entrara al Lugar Santísimo y comiera los panes de la proposición. Y sin embargo, David lo hizo junto cons sus guerreros y no murió.

Es más, Jesús lo puso de ejemplo de la soberanía y misericordia de Dios a sus oyentes en Mateo 12:1-4. La soberanía de Dios está por encima de cualquier norma o regla que nosotros podamos encontrar, y, si él nos dice o nos ordena que hagamos algo, aún cuando pareciera estar fuera de lugar para quien nos mira u oye, hagámoslo. Pues si no estamos con él, estaremos en contra de él. Meditemos.

martes, 11 de enero de 2011

Cuando se cumplió el tiempo... afirmó su rostro y fue a Jerusalén.

¿Quién en seis mil años de historia humana no ha tenido problemas? ¿Quién es aquél varón o hembra que no ha sufrido en su corta o larga vida? Sufre el varón por el trabajo duro que tiene que desempeñar; sufre la mujer porque su trabajo es arduo y generalmente ni se mira ni se reconoce; sufre el pobre porque tiene carencias; y, sufre el rico por sus temores.

Toda persona creyente en Cristo o no creyente, sufre. La diferencia es que, cuando uno tiene a Cristo en el corazón uno sabe que no está solo en la lucha. Uno sabe que siempre hay una solución y una esperanza en la desgracia, en la tragedia, en la soledad, aún en el abandono. ¿Por qué está esa esperanza? Pues simplemente porque fueron experiencias que el mismo Jesús sufrió cuando estuvo sobre la tierra, y eso, le da la capacidad suficiente para consolarnos, para guiárnos, para exhortarnos. Vea usted un pasaje simple de la vida de Jesús en donde nos enseña cómo enfrentar las penas: "Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de los hombres" (Lucas 9:44). Estas palabras se las dijo a sus discípulos antes de ir a Jerusalén a que lo tomaran preso para asesinarlo.

Y más adelante el evangelista nos dice lo siguiente: "Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, AFIRMO SU ROSTRO para ir a Jerusalén" (Lucas 9:51). Esto es la forma como él nos enseña que hemos de enfrentar las pruebas... afirmando el rostro, siendo valientes, confiando en que él tiene una solución a nuestro conflicto. Meditemos.

domingo, 9 de enero de 2011

Los estorbos siempre son quitados por Dios.

¡Mi amor, llamaron de la policía que el nene chocó, está ebrio y herido, y que el auto es pérdida total¡ ¡Gordo, la nena está esperando! Luego de éstas noticias y del susto o la cólera correspondiente, inician las discusiones: Es tu culpa por darle permiso... Yo te dije que ese muchacho no me gustaba... Si me hubiéras hecho caso, etc. ¿De quién es la culpa?

La culpa la tiene el o la que no se atrevieron a buscar a Dios en su momento para que les dijera cómo educar al nene o a la nena. El nene no hubiera andado borracho si alguien en la iglesia dominical le hubiera enseñado que los hijos de Dios no beben. La nena no hubiera resultado esperando antes de tiempo, si alguien en la iglesia dominical le hubiera enseñado que una hija de Dios se entrega solamente en el matrimonio. El problema en éstos casos, es que el que no "ora" a tiempo... "clama" fuera de tiempo. Porque en esos momentos sí que se acercan a Dios muchas personas, pero ya es relativamente tarde. No es que un auto sea irremplazable, no es que un nieto sin padre sea una maldición. El punto es que, dentro de unos años o antes, alguien estará "meditando mucho" que todo ésto se pudo EVITAR si no hubiera habido un estorbo.

Los estorbos siempre son quitados por Dios, quitó a la mujer de Lot; quitó a la mujer de Job; quitó al esposo de Abigaíl; quitó la religiosidad de Pablo; quitó a Judas... y nos quitará a nosotros si nosotros somos el estorbo de nuestros hijos. Meditemos.

sábado, 8 de enero de 2011

No molestes más al Maestro.

Jairo, era un principal de la sinagoga que tenía a su hija enferma, tan enferma que mientras él buscaba la ayuda de Jesús, la niña murió. Estando Jairo lejos de su casa llegaron unos emisarios con la mala noticia y le dijeron: "No molestes más al Maestro... pues tu hija ha muerto" (Lucas 8:49).

¿Cuántas veces creemos que todo está tan mal que está perdido para siempre? ¿En cuántas ocasiones se nos ha pasado por la mente, tirar la toalla como se dice por allí? ¿Cuántas noches de desvelos hemos pasado pensando que nuestro problema no sólo, no tiene solución, sino qué pena molestar a Dios por ello? ENTENDAMOS ALGO, el Cristo hecho hombre (Jesús), vino de parte de su Padre al mundo para decirnos: VENID A MI TODOS LOS CANSADOS, VENID A MI TODOS LOS AFLIGIDOS, NO HE VENIDO A SANAR Y SALVAR A LOS QUE ESTAN SANOS SINO A LOS ENFEMOS. No temamos "molestar" al Señor. El desea, El anhela, El espera que lo busquemos. El es la solución a todo problema, El es la solución a NUESTRO problema.

¿Qué consiguió Jairo cuando todos miraban todo perdido?... ¡La recuperación de su hija muerta! No le decimos, si usted está hoy de luto, que necesariamente u obligatoriamente Dios le resucitará a su pariente. Pero podemos decirle que la consolación definitivamente llegará. No temamos molestar al Maestro, pues El no se molesta porque le busquemos. Meditemos.

viernes, 7 de enero de 2011

Herencia y confianza.

Han habido personas que hace cien o ciento cincuenta años, iniciaron empresas con mucho esfuerzo, dichas empresas son hoy en día grandes corporaciones internacionales dirigidas por descendientes de dichas personas. Pero, ¿Quiénes son esos descendientes?

Si usted hace un análisis de los directivos de hoy, se dará cuenta que son personas preparadas, disciplinadas, ordenadas, honestas, y con el mismo espíritu que tenían los antepasados que iniciaron la corporación. En las escrituras se nos da una parábola o semejanza de lo que es el Reino de los Cielos aquí en la tierra. Dice que es semejante a un hombre que tenía una finca, y que teniéndose que ir lejos se las dejó encargada a unos hombres, pero éstos, lejos de cuidarla para el dueño la cuidaron para sí. Eso no le gustó al dueño y cuando vió dicha actitud mandó a su Hijo para recuperarla, pero éstos mataron a su Hijo (Lucas 20). Cristo, cuando fue enviado a la tierra dijo: "El Reino de los Cielos se ha acercado, pero los religiosos malvados no lo dejaron gobernar, sino lo mataron. Entonces lo dejó encomendado a sus escogidos". ¿Quiénes son esos escogidos? Pues en un principio sus discípulos, hoy, todos aquellos que hemos sido llamados a conocerle y a seguirle.

El Reino de los Cielos está sobre ésta tierra desde que el Cristo fue asesinado por los religiosos. Todo aquél que le conoce, es un nuevo descendiente de él, y está llamado a dirigir la gran empresa que es de Su Padre. Tenemos que prepararnos, ser disciplinados, ser ordenados, ser honestos, y buscar el mismo espíritu que él tuvo cuando la fundó, y entonces seremos dignos sucesores de esa Corporación Celestial, lo que NO implica, necesariamente, que tengamos una mega-iglesia, o, un gran ministerio. Meditemos.

jueves, 6 de enero de 2011

Se apartó de él... por un tiempo.

El evangelio de San Lucas nos narra cómo satanás tentó a Jesús cuando estuvo en el desierto, nos dice que lo tentó en tres ocasiones, y, se nos ha enseñado en el Instituto Bíblico, que esas tentaciones son una analogía de las tentaciones que nosotros también sufriremos en los caminos de Dios, esto es, en la carne y en el espíritu.

Nos narra Lucas que la tercera ocasión fue así: "Y le llevó (satanás a Jesús) a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de tí, que te guarden; y en las manos te sostendrá para que no tropieces con tu pie en la piedra"... y nos concluye el relato con éstas palabras: "Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, SE APARTO DE EL POR UN TIEMPO" (Lucas 4:1-13). Es impresionante que la escritura nos explique que ya Jesús había sido tentado en todo, y sin embargo, el diablo no se dió por vencido pues nos dice: "y se apartó por un tiempo".

El diablo jamás pierde las esperanzas de hacernos caer, no creamos que porque buscamos a Dios todos los días estamos curados de él. El siempre nos estará vigilando, siguiendo, controlando, para que, en el momento oportuno, hacernos caer. Pidamos al Señor de los cielos que nos guarde constantemente, pues el enemigo nos está observando y si nos descuidamos, nos hará tropezar. Meditemos.

miércoles, 5 de enero de 2011

Las excusas.

No vamos a negar que hay ocasiones en las cuales el no llegar, el llegar tarde, el no poder cumplir con una obligación, es por culpa de otra persona o de un evento ajeno a nosotros, pero, en general sí lo es.

El ser humano conforme ha ido creciendo en obligaciones ha ido creciendo también en determinadas faltas o decadencias, y lo que damos como explicación es una "excusa" en lugar de reconocer nuestra culpa. Casi generalmente esa excusa la damos "para evitar que nos culpen de lo que no hicimos o no haremos". No es nada nuevo. En los evangelios vemos a varias personas dándole a Jesús excusas. Un hombre principal de la sinagoga, cuando Jesús le dice que venda todo lo que tiene, lo de a los pobres, para después seguirle... se va porque era muy rico, esa fue su excusa (Lucas 18:18-23). En una parábola o analogía que Jesús hace del reino nos da otros ejemplos: Un hombre no le quiso seguir porque acababa de comprar cinco yuntas de bueyes y los quería "probar" (Lucas 14:16). Otro más se atrevió a decirle a Jesús: "deja que primero entierre a mi padre y luego te sigo"... pero lo impresionante del caso es que el padre de éste hombre ni siquiera estaba muerto (Lucas 9:59).

En otra ocasión, Jesús confronta a los religisos por no seguirlo, y antes que ellos den alguna respuesta les dice: "y no comencéis a decir dentro de vosotros, tenemos a Abraham por padre" (Lucas 3:8). De todos ellos la escritura es clara al decir: " Y TODOS A UNA COMENZARON A EXCUSARSE" (Lucas 14:18). Hoy, Jesús nos llama. ¿Qué le diremos? Si, o le daremos excusas. Meditemos.

martes, 4 de enero de 2011

No es por una religión, es por una relación con Dios.

Históricamente el hombre ha creído que tiene a Dios en su corazón porque profesa una religión, y si usted platica con muchas de ellas le dirán que si usted no es Mahometano, Budista, Musulmán, Judaísta, Católico,o, Evangélico... usted NO tiene a Dios y por lo tanto NO se salvará.

Pues bien, déjenos ponerle un ejemplo por demás sencillo para que vea por sus propios ojos que no es por medio de una religión que se llega a Dios. Cuando Dios "eligió" de entre todos los pueblos de la antiguedad a Israel como SU pueblo, le dió la Ley Mosáica para llevarlo a su presencia. Todo Judío, y todo extranjero que quería ver a Dios el día de su muerte, tenía que seguir la Ley Mosáica (Génesis 12:49). Pero, lastimosamente el hombre, convirtió en religión los mandamientos de Dios, naciendo así, la religión Judía. Pero, como hemos dicho, para Dios no es la "religión" la que le agrada sino la obediencia a lo que EL dicta (Hebreos 10:8). Y vemos claramente cómo le lastima a Dios la religión, que cuando nace Juan el Bautista, el ángel enviado por Dios (Lucas 1.11) le dice a Zacarías, padre de Juan: "Tu oración ha sido escuchada, y tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan...porque será grande delante de Dios y no beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aún desde el vientre de su madre... Y hará que muchos de los hijos de Israel se CONVIERTAN al Señor Dios de ellos" (Lucas 1:13-16).

La pregunta del millón aquí es: ¿Si eran del pueblo escogido, si eran practicantes de la "religión que se suponía era de Dios", de qué, por qué, o, a qué se tenían que convertir? ¿Si la religión que se supone era de Dios, no los podía salvar, cómo pretenden hoy salvarse Mahometanos, Budistas, Musulmanes, Judaístas, Católicos o Evangélicos, si NO son la religión de Dios?. Juan el Bautista vino para ser el precursor del CRISTIANISMO, el cual se llama así, porque sigue a Cristo, no es una religión. Al menos así se llama desde los días de Cristo a sus seguidores... Cristianos, y es una relación no una religión (hechos 11:26). Meditemos.

lunes, 3 de enero de 2011

La fe es dar un paso adelante en el Señor.

Hemos estudiado que la fe es creer en lo que no vemos, es creer en lo que no tocamos pero que al estar caminando junto con Dios, lo podemos obtener. Es bueno tener fe, pero es bueno siempre y cuando estemos no solamente "con" el Señor, sino también "en" el Señor. Nos explicamos.

Todos los que creemos en Dios estamos "con" EL, y EL con nosotros. Pero es muy distinto estar "en" El, pues esto significa que lo tenemos como guía, como asesor, como nuestro consultor, como aquél al que le pedimos consejo de todo y para todo. Esto hace la diferencia. Pues al estar "con" el Señor usted puede decir: "En el nombre de Dios me voy a comprar éste o aquél auto por decir un ejemplo, que la fe en el Señor me lo hará obtener", y hasta puede que lo obtenga, pero con muchas dificultades. Pero cuando usted está "en" el Señor, EL le dirá si puede, cuando puede, cómo puede, y dónde puede, lo que implicará que sus dificultades serán mínimas. Vea usted ésta situación, Jesús es asesinado por los religiosos de su época, es puesto en un sepulcro el cual es cerrado con una gran roca. El primer día de la semana las mujeres que andaban con él, se levantan muy de mañana decididas para irlo a ungir y dan un paso de fe... "Pero se decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? (Marcos 16:3).

Ellas como andaban no solamente "con" el Señor sino también "en" el Señor, dieron un paso adelante de fe. No sabían qué hacer, cómo hacerlo, con quién hacerlo, pero Dios no solamente "iba" con ellas sino también "estaba" con ellas. Por ello, cuando llegan, la obra estaba hecha. Eso mismo nos pasará a nosotros si no sólo "estamos" con Dios sino también "andamos" con Dios. Meditemos.

domingo, 2 de enero de 2011

Después de aquella tribulación...

Cuando los discípulos (Pedro, Jacobo, Juan y Andrés), le preguntaron al Señor ¿Cómo será el fin de nuestra era, y qué señales habrán de tu venida?. El Señor les respondió una serie de eventos infaltables antes de fin, pero con respecto a su venida dijo: "Inmediatamente... después de aquella tribulación" (Mateo 24, Marcos 13, Lucas 21).

Ahora bien, el Señor Jesús no solamente les estaba dando un parámetro del día de su segunda y gloriosa venida, también "les y nos" estaba dando una parábola de lo que sucede en nuestras vidas con cada problema serio que tenemos. "Inmeditamente" después... EL viene. Sí, EL viene y nos consuela; El viene y nos exhorta a seguir adelante; EL viene y nos libra de esa prueba o ese ataque; EL viene y nos provee; EL viene y nos sana; EL viene y nos abraza; EL viene y nos salva, etc. Esa es una de las grandes lecciones que nos dejan las tribulaciones. Pablo lo dijo muy claramente en el libro de Hechos en el capítulo 14 y verso 22: " Es NECESARIO que a través de MUCHAS tribulaciones entremos en el reino de Dios".

Un predicador honesto, un predicador enviado de Dios, un predicador que se considere pastor y no un asalariado, DEBE educar y guiár a sus ovejas bajo ésta premisa. Decirles que tendrán una vida plena de paz, de poder, de prosperidad, sería ser un mentiroso. Y dice la escritura que los mentirosos no entrarán al reino de los cielos. Así como Jesús dijo que quienes no guían con la verdadera doctrina son guías ciegos que guían a ciegos, y que ambos, caerán el hoyo (Mateo 15:14). Meditemos.