martes, 31 de agosto de 2010

¿Cómo nos fortalecemos en la fe?

Definitivamente no conocemos a una persona creyente que no quiera tener más fe. Y muchas personas creen que esa fe se fortalece o crece, viendo o recibiendo milagros. es muy probable que un milagro en la vida de uno o de un ser cercano nos acreciente la fe, pero la escritura nos da un secretito más práctico.

Pablo nos habla en la epístola a los Romanos (se le llama así pero no era para los romanos sino para los recién convertidos creyentes judíos al cristianismo, que por lógica, recién habían dejado las prácticas judáicas y las sinagogas, para irse a vivir a roma a practicar el evangelio, o, las buenas nuevas como dijo Jesús) de cómo cuando Dios le habló a Abraham, éste no tenía fe, por ello tuvo que platicar personalmente con él, y darle una explicación (utilizando las estrellas de los cielos, y , la arena del mar como ejemplos), de lo que significaban su escogencia, su bendición, y en lo que se convertiría su descendencia (vea Génesis 12). Y continúa diciendonos Pablo en Romanos que Abraham creció en fe: "DANDOLE GLORIA A DIOS" (VEA ROMANOS 4:20).

Tomemos en cuenta la situación de Abraham, es el primer hombre que tiene que vivir por fe, o sea, no hay otro en quién apoyarse; luego le hacen una promesa como para patojo... tener un hijo... a los 75-76 años que tenía en esa oportunidad; luego mira que empiezan a pasar y a pasar los años y nada. ¿Cómo fortalece su fe un hombre en esas condiciones? ¿Cómo fortalecerse con el milagro, si el milagro era lo que estaba esperando? DANDOLE LA GLORIA A DIOS. Ahora bien, darle la gloria a Dios no es como muchos creen andar cantando y cantando y cantando coros. Es darle "alabanzas a Dios, pero con palabras de gratitud, confesando la grandeza de Dios con un estilo de vida diferente al mundo; diciendo y confesando que sólo Dios es quien lo hace y lo hará todo... como lo hacía Abraham. Meditemos.

lunes, 30 de agosto de 2010

Somos justificados por la fe.

Desde niños nos han enseñado, a la mayoría de nosotros los latinos, a que extendamos la mano a otras personas que lo necesitan. Se nos enseña a compartir el pan con el hambriento, a dar alguna ropa al necesitado, a compartir un poco de dinero al que está en escacez extrema, etc.

Todas esas, llamadas "obras de caridad" son buenas, pero tenemos que entender que no son suficientes para llevarnos al cielo. Son obras que se hacen como producto de nuestra fe en Dios, la cual SÍ nos lleva al cielo. En el libro de Romanos, el Apóstol Pablo nos habla aunque sea en semilla de muchas de las "doctrinas básicas cristianas", es por ello que si usted quiere conocer realmente lo que es, lo que debe de hacer, y cómo debe ser un cristiano, debe leer sino estudiar éste libro que por algo es llamado entre los estudiosos de la biblia "La constitución del creyente".
Allí, por ejemplo, se nos hace ver que el creyente se salva por la fe (capítulo 1 y verso 17), no por las obras que haga.

Las buenas obras del creyente solamente son un reflejo, de su ya agradecido corazón para con Dios por el milagro de la salvación. Pero no son suficientes para llevarnos al cielo (de lo contrario para qué murió Cristo entonces), prueba de ello es que no podemos pensar ni mucho menos llegar a creer que alguien que se dedique a negocios sucios, ilícitos, pecaminosos, o contra la ley, haga buenas obras con el producto de un dinero que Dios NO BENDICE y por ello pueda entrar al cielo. Imposible. Meditemos.

domingo, 29 de agosto de 2010

Si quiere que Dios lo visite, visítelo usted a EL.

No me gusta hacerlo pero hoy lo haré, cuando escribo no acostumbro a hacerlo a título personal, sin embargo creo que mensajes como éste lo ameritan. Por el hecho de que cuando un escritor escribe a título personal pareciera ser muy vanidoso, hacerse pasar por egoísta, y, hasta excluyente, es que no me gusta escribir así, pero, tratándose de algo que pudiera ser considerado un defecto personal, lo hago.

Pero bueno, al punto, por el hecho de que he pasado casi dos terceras partes de mi vida en soledad (18 años de niñez y adolescencia, y 20 entre la enfermedad y muerte de mi primera esposa y el cuidado de mis tres hijos), soy una persona anti-social, es decir, me gusta visitar poco y que me visiten poco (sé que para muchos eso es irracional y yo respeto esa opinión), pero para mí es lo cotidiano. Siendo así, que cuando visito (lo cual hago muy poco) soy corto en hacerlo. No me gusta llegar y arruinarle su rutina a nadie, porque no me gusta que arruinen la mía. Ahora bien, si alguien me invita para hablar los negocios del Señor entonces puedo pasar horas de horas hablando con ese alguien. Por ello, es que, al Señor lo visito todos los días de mañana, porque quiero que EL se digne visitarme todos los días.

Dios dice: "Yo amo a los que me aman; y me hayan los que temprano me buscan" (Proverbios 8:17); "Y serán saciados, y alabarán a Dios los que le buscan" (Salmo 22:26); "Gócense y alégrense en tí todos los que te buscan" (Salmo 70:4); "Buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá, pedid, y recibiréis" (Mateo 7:7). Yo me atrevo a recomendarle a usted que si quiere ser selectivo con sus amistades, lo sea; si quiere ser un anti-social como yo, lo sea... pero no con Dios. Si su mayor deseo o necesidad es Dios, visítelo para que EL lo visite a usted. Meditemos.

sábado, 28 de agosto de 2010

No llamemos bueno a lo malo, ni malo a lo bueno.

En el libro de Isaías, Dios envía a éste a decirle al pueblo de Israel la razón de su molestia. En el capítulo 5 vemos lo que se conoce como una parábola (una parábola es una historia natural que nos muestra una lección espiritual).

En dicha parábola Dios asemeja al pueblo de Israel con una viña, una viña que ha sido guardada; cuidada con esmero; a la cual se la ha puesto toda la atención, pero ésta, no da fruto sino a cambio da uvas silvestres. Esto molesta a Dios y explica los motivos que hicieron que ésta viña que debía dar buenos frutos los diera malos y amargos. Emite varios ayes y cada uno es un motivo del mal fruto (que también lo hará en nosotros si los repetimos). Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez, en otras palabras el uso y el abuso del vino lastima a Dios y nuestra caminata; Ay de los que viven por vanidad, una vida ostentosa (y no pensar en los demás) no agrada a Dios; Ay de los que son sabios según su propia opinión, esto es vivir sin el consejo de Dios, sino creyendonos suficientes para tomar decisiones; Ay de los que a lo malo llaman bueno, y a lo bueno llaman malo.

Este último punto es de lo que más daño está haciendo hoy dentro de las personas, la sociedad, la congregación y la vida en general. Los mal llamados derechos humanos no son sino más bien "deshechos humanos", pues en ara de esos "derechos" hoy el criminal tiene más derechos y seguridad que los justos; los hombres y las mujeres se acuestan contra natura (vea Romanos 1) y lo llaman libertad; a la mentira le llamamos astucia; al engaño, compensación, etc. No llamemos bueno a lo malo, ni malo a lo bueno porque vamos a para dando frutos malos y amargos. Meditemos.

viernes, 27 de agosto de 2010

No es contra carne ni sangre que luchamos.

La antigua iglesia de Efeso fue fundada por el apóstol Pablo, consciente que por ello eran sus hijos espirituales, les escribe una carta en donde no solamente los enseña sino los exhorta a seguir adelante cada día, con el pensamiento de que siendo "escogidos" y "predestinados" por Dios, han recibido una "bendición espiritual" especial (ver Efesios 1:3-5).

Así, en el capítulo 6 por ejemplo les dice que tenemos que "obedecer" y "honrar" a los padres, siempre y cuando, sea en los caminos del Señor; nos llama a los padres, a no provacar a ira a los hijos; que como empleados sirvamos a los empleadores como sirviendo a Dios, y no a un hombre; nos exhorta a que si actuamos bien nos vendrá el bien; que contra las batallas nos vistamos con la armadura del evangelio; y, que entendamos que nuestra lucha: "NO es contra sangre y carne, sino contra principados y potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de éste siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales (no materiales, por ello no son ni de sangre ni de carne)" (ver versos 1-13).

La mentira, no es carne ni sangre; el engaño, no es carne ni sangre; la astucia, no es carne ni sangre; el abandono, no es carne ni sangre, por ello, es que usted no puede evitar que entren a su casa, pero sí puede evitar que lo atrapen si se viste con la armadura de Dios que es SU Palabra. Así, quizás haya un mentiroso en su casa, pero no será usted; quizás haya un engañador en su casa, pero no será usted; quizás haya un astuto en su casa, pero ese no será usted; quizás haya alguien que abandone sus obligaciones, pero no será usted. Pues esas son armas de los principados, de las potestades, de los gobernadores de las tinieblas, de huestes espirituales de maldad... de las cuales Dios nos protege porque no son ni carne ni sangre. Meditemos.

jueves, 26 de agosto de 2010

Mirad que no seáis engañados.

Cuando los apóstoles se dieron cuenta que Jesús sí era el Hijo de Dios, aquél Rey anunciado que había de reinar en el mundo, creyeron que esa venida de Jesús al mundo era el inicio de ese reinado, y de hecho lo era, solamente que espiritual, mientras que los discípulos lo creyeron materialmente.

En una ocasión estando frente al templo, vieron la oportunidad de preguntarle acerca del fin de la "era" (considerando ellos como "era" una época o dispensación, que para ellos en ese momento significaba el fin del yugo Romano), los discípulos querían saber los detalles de los acontecimientos, pensando, que al Imperio Romano le quedaba poco tiempo. Prueba de ello es que no pudieron soportar el que Jesús fuera tomado preso, eso los desconcertó tanto que lo que hicieron fue irse a esconder (ellos dijeron refugiarse) al Aposento Alto en donde tantas veces habían estado con su Señor. Pero, volviendo al tema, a las inquietudes de sus discípulos, Jesús les responde algo que no solamente era para ellos y para ese evento, sino debiera ser algo para que nosotros lo apliquemos, y en toda ocasión... "Mirad que no seas engañados" (Lucas 21:8).

¿Cuál es la única forma en que no seamos engañados? Pues teniendo conocimiento de algo. Es la falta de conociemiento en alguna material la que permite que los inescrupulosos nos engañen, y, lamentable pero muy lamentablemente, aún dentro de la iglesia hay engañadores, de los cuales SOLO el Señor nos puede librar... difícil de creer, pero mire lo que dicen los Probervios: "Casi en todo mal (o maldad) he estado, en MEDIO de la sociedad, y, de la CONGREGACION (entendiendo por congregación la Iglesia)". Y, ¿cuáles son los motivos de ese engaño? Los motivos ocultos de las personas, que generalmente son DINERO, así que, cuando veáis líderes "pisteros"... Mirad que seáis engañados. Meditemos.

miércoles, 25 de agosto de 2010

¿Por qué debe luchar por no caer el justo?

Todo ser humano que estamos sobre la faz de la tierra somos suceptibles de caer en algún pecado, todos estamos expuestos a la tentación, el mismísimo Jesucristo cuando estuvo entre nosotros fue tentado en todo (vea Hebreos 4:15). ¿Por qué o para qué? Para darnos ejemplo que Dios está dispuesto a defendernos en todo y de todo.

Nos dice la escritura en Proverbios 25:26: "Como fuente turbia y manantial corrompido, es el justo que cae delante del impio". Una de las razones por las cuales los "justos" (considerando como justos todos aquellos que seguimos al Señor, porque hemos sido limpiados con su sangre, y es la forma en que EL mismo nos define)debemos luchar por no caer, es porque el impío tendrá materia prima para decir que Dios no existe, que eso de seguir a Dios son puras hipocrecías, que no vale la pena seguir a Dios pues no se puede ser puro, etc. Somos, en pocas palabras, cuando pecamos los justos, un tropiezo enorme para las personas que no conocen a Dios, o, que apenas lo están conociendo.

Vivir una vida "apartada" no del mundo cotidiano, sino de lo que la escritura define como "la suciedad que el mundo nos propone", es a lo que Dios se refiere. Es por ello que estamos expuestos al pecado. Sería muy fácil apartarse a una montaña y vivir sin ver y tratar a nadie para no pecar. Pero no es lo que Dios quiere, no es lo que Jesús hizo ¿Cómo podríamos mostrar las grandezas de Dios así? Es luchando como todos y en medio de todos que podemos demostrar que, no damos mordidas a la autoridad para conseguir lo que necesitamos, que no mentimos para poder sobrevivir, que no robamos para poder comer, sino confiando en que EL nos de una provisión. Meditemos.

martes, 24 de agosto de 2010

Señor enséñanos a orar...

En cierta ocasión los discípulos cuando vieron que cada vez que Jesús oraba, sanaba enfermos, perdonaba pecados, resucitaba muertos, etc. quisieron saber el "secreto" para poder hacerlo. Ellos vieron que ese "secreto" provenía de las oraciones de Jesús. Algo había en las oraciones que El hacía que no había en las oraciones de ellos ni quienes los habían instruido.

Los discípulos conocían la oración, pues ciertamente se dedicaban a diferentes tareas en la vida, pero, como descendientes de Abraham que eran, sus padres los habían educado en la doctrina judaísata. Todo niño judío tenía un patrón de vida semejante, al nacer la madre le daba de mamar, luego del destete lo instruían con otros niños hasta los cinco años en los principios de la Torá o Ley de Moisés, luego los mandaban a prepararse para su presentación a los 12 años y profundizaban en la Torá, y luego ya los instruían en lo que fueran a hacer en la vida. Así que los discípulos sí conocían la oración, pero miraban en Jesús algo que no les había sido enseñado a ellos. Un día le dicen a Jesús: "enséñanos a orar así" (Lucas 11.1). Jesús les enseña pero no sin antes haberles enseñado que la oración no es hacer algo "repetitivamente" sino "meditado", eso fue en Mateo.

Por ello les enseñó el Padre Nuestro, pero no para que lo repitieran constantemente sino como un patrón de los términos que habían de tener nuestras oraciones: 1) Reconocer que solamente tenemos un padre y que es de todos los creyentes; 2) Que mientras que El es santo y por ello está en el cielo, nosotros somos pecadores y por ello estamos aún aquí abajo; 3) Que aceptamos con gusto Su voluntad sobre nuestras vidas; 4)Que dependemos de El y confiamos en El para el pan nuestro de cada día; 5) Que necesitamos nos perdone nuestros pecados para algún día estar con El; 6) Que si El no nos libra de la tentación pecaremos. Así, como vemos, ésta no es una oración repetitiva, sino un patrón a seguir para comunicarnos con EL. Meditemos.

lunes, 23 de agosto de 2010

El que invocare espíritu de muertos... ha de morir.

Cuando Dios tuvo en mente escoger un pueblo entre los hombres para santificarlo, eligió a Abraham de la ciudad de Ur de entre el Imperio de los Caldeos, para de él hacer un pueblo al cual había de santificar, ese pueblo lo conocemos como el Pueblo de Israel.

Al instituirlo por medio de la liberación que tuvo ese pueblo de Egipto, y antes de entregarle la tierra de Medio Oriente para que habitara, le dio leyes, todas esas leyes o constitución del pueblo de Israel las podemos leer aún hoy en día en el libro de Levitico. Una de esas leyes era muy significativa, quizás hoy que la fe está tan propagada por el mundo no nos impresiona, pero en aquellos tiempos en que todos los pueblos eran muy dados a tener muchos dioses (politeístas), resultaba fuera de lugar el que un pueblo tuviera solamente UN Dios. Por ello, entre las leyes que Dios le impuso a su pueblo estaba ésta: "Y el hombre o mujer que invocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir, serán apedreados, su sangre será sobre ellos" (Levítico 20:27). Entre paréntesis aquí mira usted otra vez cómo, la muerte de Jesús fue una conspiración espiritual pintada de conspiración política, pues los judíos mataban por lapidación no por crucifixión, que era el sistema romano.

¿Por qué prohibe Dios hablar con los muertos, jugar a la suerte, a la adivinación, al horóscopo, etc? Porque eso disminuye nuestra fe, y lastima el corazón de Dios. Mire lo que dice en Eclesiastés 9:5-6: "Porque los que viven saben que van a morir, pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su odio y su amor y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en lo que se hace abajo del sol". NUNCA MAS TENDRAN PARTE... así que dejémoslos en paz y vivamos nuestra vida buscando a Dios. Meditemos.

domingo, 22 de agosto de 2010

¿23 de diciembre de 2012?

Hoy, desde el descubrimiento de ciertos escritos Mayas que se han hecho, está en el pensamiento de muchas personas el hecho de que el "Fin del mundo" es el 23 de diciembre del año 2012. Puede ser que sí, puede ser que no. No porque los Mayas lo digan sino porque si Dios eso dispone, eso hará.

Pero antes que cualquier civilización del pasado pudiera profetizar éste suceso, Dios nos dejó SUS escritos en los cuales si bien no podemos saber la fecha certera del fin de los tiempos, sí podemos deducirlos. No solamente los profetas antiguos, sino Jesús, y luego los discípulos por inspiración divina nos dejaron pistas. Los profetas antiguos por ejemplo, nos dicen que cuando todas las naciones estén en contra de Israel, cuando éstos hayan tomado de nuevo la tierra que Dios les prometió, entonces vendrá el fin (Isaías capítulos 10 al 17 por ejemplo). Jesús nos dijo que cuando vieramos guerras, terremotos, pestes, hambrunas, persecusiones contra su pueblo, entonces vendría el fin (Mateo 24). Y, entre los discípulos Juan, quien escribiera en el Apocalipsis, que cuando la tierra de Israel esté queriendo ser tomada por otras naciones... entonces vendría el Señor.

El 29 de noviembre de 1947, un edicto de las Naciones Unidas (el 49) concedió nuevamente el territorio de Medio Oriente a Israel, el cual le fue entregado el 14 de Mayo de 1948. Desde ese entonces han habido 6 guerras en las cuales las naciones árabes musulmanas han querido desarraigar a Israel de esa tierra, NO lo han podido hacer y NO lo podrán hacer. Porque las palabras de Dios para Abraham, padre de la nación Israelita fueron: "YO SOY JEHOVA, QUE TE SAQUE DE UR DE LOS CALDEOS, PARA DARTE A HEREDAR ESTA TIERRA" (Génesis 15:7). Y (nosotros, la última generación) somos testigos que esa tierra ya fue entregada a Israel... todo aquél que quiera sacar a Israel de allí, o, dividir esa tierra sufrirá el castigo de Dios. Meditemos.

sábado, 21 de agosto de 2010

Preparando un buen producto.

¿Quién no quiere lo mejor para sus hijos? ¿Quién quiere ver unido para siempre a un hijo con una mala mujer? ¿Qué padre desea para marido de su hija un muchacho que sea una vaina? Todos queremos lo mejor para nuestros hijos, la pregunta es ¿Qué estamos dispuestos a entregar el día que encontremos esos tesoros? o creemos que nuestros hijos merecen lo mejor sin dar nada a cambio.

Sabemos que para tener un buen producto hay que pagar un buen precio por el. Usted no puede tener un perfume francés si piensa pagar lo mínimo. No espera tener un carro alemán de los mejores, pagando poco. No espera vivir en una mansión con el mínimo esfuerzo, bueno, tampoco esperemos tener para nuestros hijos lo mejor si nosotros NO los estamos preparando para que alguien los mire codiciables. En la escritura encontramos el caso de un muchacho que era codiciable, pues su rectitud de vida desde la niñéz lo acreditaba, su nombre era Timoteo. Y ¿Sabe usted por qué él era como era?. Pablo nos lo hace saber: "Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en tí, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en tí también" (2da. Timoteo 1:2).

Timoteo no hubiera sido lo que fue, sin lo que su abuela y su madre le enseñaron. ¿Estamos nosotros preocupados por la instrucción académica de nuestros hijos, pero creemos que la instrucción espiritual no importa?. Si es así, entonces no nos quejemos cuando en la vida a nuestros hijos les vaya mal. Muy profesionales pueden ser, mucho dinero pueden ganar, pero si no son felices en una familia... ¿Podremos decir que triunfamos como padres o como abuelos? Tenemos que ser como Eunice y Loida, preparando buenos productos espirituales... lo demás Dios lo hará. Meditemos.

viernes, 20 de agosto de 2010

Un secreto para tener lo suficiente.

Usted mira en las librerías libros de libros que hablan de "secretos", puede encontrar por ejemplo un libro que diga. "mil secretos para la cocina"; "siete secretos para la felicidad"; "tres pasos para hacerse un hombre fuerte", etc.

Pero todos, son consejos humanos que casi nunca funcionan, si al libro de cocina no le falta una especie le falta otra; de los siete secretos para ser felíz resulta que tres no dependen de usted sino de otros; y, de los tres pasos para llegar a ser fuerte, uno le cuesta mucho cumplirlo por falta de tiempo. La Palabra de Dios también nos habla de "secretos", pero de secretos que son más fáciles de encontrar, por ejemplo, en Proverbios 25:2 nos dice: "Gloria de Dios es encubrir un "secreto", pero "honra" del rey es encontrarlo". El nos considera a nosotros reyes y sacerdotes, por lo tanto estamos en condiciones de encontrar esos secretos escondidos por EL en Su Palabra. También nos da un secreto para que tengamos lo necesario, otra vez en el libro de Proverbios encontramos ese secreto: "Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo justo, pero vienen a pobreza... El alma generosa PROSPERARA" (11:24-25).

Siempre lo hemos dicho desde ésta ventana que el Señor nos presta para compartir Su Palabra, es "dando" a los demás como Dios nos dará a nosotros; es "compartiendo" con otros lo que tenemos, como Dios sabrá que empleamos bien todo lo que nos da. Media vez nosotros llenemos nuestro círculo de necesidades, es bueno compartir con otros de lo que recibimos de Dios... ese es un simple secreto que Dios nos da, y que SI funciona. Meditemos.

jueves, 19 de agosto de 2010

Bebe el agua de tu misma cisterna.

Antiguamente en las fincas, cuando el agua potable no se conducía en cañerías, todo finquero tenía que hacer su propio pozo de agua para poder cubrir sus necesidades. Desde ese entonces, un terreno con un nacimiento de agua, o, con capacidad de poder encontrar mucha agua en su subsuelo, ha sido muy, pero muy preciado y valorado.

Actualmente, aún y cuando, ya hay agua potable en casi cada rincón de las naciones, se sigue sobrevalorando un terreno con un río, con un nacimiento de agua, o, con un posible caudal bajo su subsuelo. Espiritualmente, nosotros vemos que las personas que buscan a Dios constantemente, son como esos terrenos preciados y preciosos que tienen agua todo el tiempo. La misma escritura nos lo dice así: "Bebe el agua de tu misma cisterna, y los raudales de tu propio pozo" (Proverbios 5:14). ¿Qué significa esto en términos corrientes? Bueno, significa que ciertamente es bueno tener a una persona con cierto conocimiento de Dios que nos ayude a buscarle, que nos instruya en su camino, que nos muestre cuál es la forma para intimidar más con Dios, pero... que la INTIMIDAD PERSONAL con Dios es la que debe de regir nuestras vidas.

¿Por qué? Por la simple razón de que Dios tiene un própósito divino para cada persona, no todos tenemos el mismo destino espiritual o la misma labor espiritual en éste mundo. En un hospital por ejemplo, usted puede decir Dr. Castellanos, Dr. Figueroa, y Dra. Ramirez... pero, resulta que tienen diferentes especialidades. Quizás tienen los mismos principios básicos para salvar una vida, pero resulta que el Dr. Castellanos es cardiólogo; el Dr. Figueroa es neurólogo, y la Dra. Ramirez es pediátra, conviven en el mismo hospital pero sus fines son diferentes. Meditemos.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Cuando Dios sea nuestro Dios y no otros dioses.

No existe persona cuerda sobre la faz de la tierra que no desee el bien para él y para su familia al menos, otros más, también deseamos el bien para toda persona que nos rodee, aunque sea por el egoista motivo de que si están bien al menos no buscarán hacernos daño (tratemos de entender que aquí llamaremos riqueza tan solo a la abundancia, no a juntar miles de millones).

Pero para que nos vaya bien no hace falta tener mucha preparación (mejor si se tiene), pues a muchas personas sin preparación les va bien; no hace falta ser hijo de gentes acaudaladas, pues muchos pobres han llegado a ser ricos; no hace falta ser ambicioso y pasar sobre cualquier persona con tal de lograr las metas, pues muchas personas con simple paciencia y trabajo honesto lo han logrado. Pero sí hay un requisito para que no sólo nos vaya bien, sino que ese bien venga con paz, con tranquilidad, y gozo... que Dios sea nuestro Dios. La Palabra de Dios dice en Proverbios 10:22: "La bendición de Dios es la que enriquece, y NO añade tristeza con ella".

Y en el Salmo 144:12-15 nos dice: "Sean nuestros hijos como plantas crecidas en la juventud; sean nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio. Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano; nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos. Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo, que no seamos asaltados ni tengamos miedo en las salidas. Ni haya grito de alarma en nuestras plazas. ¿Cómo lograr eso? Termina diciéndonos la palabra: "Bienaventurado el pueblo (la familia) cuyo Dios es Dios y no otros dioses. Que Dios quiera bendecirnos a todos. Meditemos.

martes, 17 de agosto de 2010

El testimonio: De un pan con frijoles.

Uno de nuestros yernos tiene como ministerio llevar panes con frijoles, un vaso de cereal, y un café a los borrachitos, drogadictos, y mujeres que se dedican a la prostitución en un basurero de Antigua Guatemala. Esas personas viven en ese basurero y comen de lo que ese basurero les provee, así que un pan con frijoles del día, un cereal caliente, y un café recién salido de la percoladora para ellos es como ir a un hotel cinco estrellas.

Esa pequeña dádiva, y el sacrifico de salir todos los sábados a las cuatro de la mañana para servir a esos borrachitos, drogadictos y prostitutas... tiene un testimonio. Despúes de varias semanas de hacerlo tiene como consecuencia que "quince" de ellos ya van a la iglesia los domingos, bien bañados y bien arreglados, luego del servicio dominical ya no salen a beber sino toman sus cubetas, sus trapos, van a sacar agua de la iglesia y se ponen a lavar autos. "Tres" ya hicieron una confesión de fe, y "uno" ya pidió que por favor lo llevaran a un centro de rehabilitación para alcóholicos y drogadictos... ese es el testimonio. Cuando lo subieron al auto para llevarlo al centro de reahabilitación sus palabras antes de cerrar la puerta del auto fueron: DIABLO AQUÍ TE QUEDAS, y se fue tranquilo a internarse para ser curado.

Cuando iniciamos PAN Y PALABRA hace 29 años e iniciamos a repartir comida entre la gente necesitada, el pastor de nuestra iglesia nos dijo: "Eso es una tontería, el día que deje de dar comida... se le acabó el ministerio". ESE DIA NOS SALIMOS DE LA IGLESIA, la razón no fueron las palabras del pastor, fue la lectura de los "evangelios" cuando vimos que JESUS, según ESE pastor también hacía "tonterías", pues con unos pocos peces y panes convirtió a cinco mil, y como si fuera poco: LO HIZO DOS VECES. Meditemos.

lunes, 16 de agosto de 2010

Mas no habrá siempre oscuridad.

Cuando la escritura menciona la palabra "oscuridad" se refiere a tiempos difíciles, a tiempos de angustia, de dolor, de pena, de sin sabores. Todos los seres humanos tenemos tiempos así, la única diferencia entre unos y otros es tener o tener la compañía de Dios en esos momentos.

En el libro de Ísaías en el capítulo 9 y verso 1, Dios le envía a decir a su pueblo Israel: "Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia". ¿Quién era la que estaba en angustia?, la nación de Israel. Porque siendo su pueblo y debido a sus pecados Dios los había abandonado. ¿Por qué los había abandonado?, porque ellos lo abandonaron primero a EL adorando otros dioses (vea Isaías 2:18). Porque habían traído iniquidad debido a su vanidad (Isaías 5:18). Porque hubo un tiempo en que a lo malo llamaban bueno, y a lo bueno llamaban malo (Isaías 5:20). Porque se creyeron sabios en su propia opinión (isaías 5:21). Porque se hicieron hombre valientes en beber vino y fuertes en mezclar bebidas (Isaías 5:22), y porque hicieron culpable al justo quitándole su derecho, y justificaron al impío por medio de cohecho (Isaías 5:23).

Pero como hemos predicado en otras ocasiones, Dios aborrece los pecados y las faltas, pero nos ama a los pecadores, por ello el mensaje es de esperanza.. "Mas no habrá siempre oscuridad..." No importa el pecado que hayamos cometido, no importa la consecuencia que estemos viviendo debido a ese pecado, lo que debemos guardar en nuestro corazón es el hecho de que al arrepentirnos, Dios tiene un mensaje de esparanza para nosotros... NO HABRÁ OSCURIDAD PARA SIEMPRE. Meditemos.

domingo, 15 de agosto de 2010

¿Cuándo se consuma el matrimonio?

Debido al mensaje del adulterio alguien preguntó: ¿Cuándo se consuma el matrimonio? Cuando uno dice "sí" ante el altar, o, cuando se tienen relaciones íntimas?. La sociedad o las religiones lo consideran desde el momento en que se da el "sí" delante de quien oficia el servicio, pero ¿Qué dice la escritura al respecto?.

En Génesis 1:24 Dios personalmente crea la "primera sociedad de la historia humana, el matrimonio". Y la instituye de la siguiente forma: "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se UNIRÁ a su mujer, y serán UNA sola carne". Según Dios Padre el creador del cielo y de la tierra y de todo lo que existe sobre y dentro de ellos ¿cuál es la señal del matrimonio? LA UNION. El verbo hebreo utilizado aquí por Dios es el verbo DAQAB que entre sus significados primarios está: "Hacer una endidura o perforar". Eso, todos los adultos sabemos que solamente lo permite la unión física entre el hombre y la mujer, no el hecho de decir "si" ante quien oficia el servicio matrimonial. En Levítico 18:20 dice: "NO tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo, CONTAMINANDOTE CON ELLA. No dice que no se pueda comunicar con ella, que no pueda haber una amistad con ella, lo que prohibe es la UNION CARNAL.

Pablo también lo deja claro en 1ra. Corintios 6:16: "¿O no sabéis que el que se UNE a una ramera, es un cuerpo con ella?. Otra vez vemos que no dice: "el que habla, o, el que se comunica con ella"... de lo contrario Jesús hubiera pecado, pdado que María Magdalena era ramera y lo seguía. Según la escritura entonces, el matrimonio se consuma con la UNION CARNAL entre un hombre y una mujer, vínculo que solamente se rompe con la muerte, en donde quien vive queda automáticamente libre y puede volver a casarse. Meditemos.

sábado, 14 de agosto de 2010

Por qué Dios aborrece tanto el pecado de adulterio.

Iniciemos por decir que Dios aborrece el pecado del adulterio, no al adúltero. Dios aborrece la borrachera, no al borracho. Dios aborrece el robo, no al ladrón. ¿Cómo así? Bueno, Dios ama al hombre, lo que no ama es que el hombre peque. Dios amó a su pueblo Israel, pero no amó que su pueblo pecara.

En Isaías capítulo 1 y 2, vemos cómo Dios envía a Isaías a hablarle a su pueblo, advirtiéndoles que los dejará vivir un desierto de angustias, debido a que pecaron de adúlteros. Habiéndo sido Dios tan bueno con ellos, ellos prefirieron otros amores. Eso es el adulterio, tener alguien a quien amar, pero, irse tras otros amores, y eso, es lo que Dios aborrece del hombre para con la mujer, de la mujer para con el hombre, y por supuesto, del hombre o la mujer para con EL. Mire el dolor con que Dios le expresa a su pueblo el pecado de adulterio: "¿Cómo te has convertido en RAMERA, oh ciudad fiel? (Isaías 1:21). Y mire cómo compara el adulterio o a qué lo compara: "Llena estuvo de justicia, en ella (la ciudad de Jerusalén) habitó la equidad, pero ahora, LOS HOMICIDAS" (Isaías 1:1 y 21). Dios mira que el adulterio MATA el amor, por ello lo compara al homicidio. Aún así, da esperanzas de salvación. ¿Por qué?.

Pues porque Dios aborrece el pecado pero ama al pecador. No importa si nosotros asesinamos, si adulteramos, si nos emborrachamos, si no somos limpios... EL nos ama. Y si buscamos el perdón con arrepentimiento sincero, EL está dispuesto a recibirnos. Meditemos.

viernes, 13 de agosto de 2010

No, felicitaciones Julio o Annabella no... felicitaciones Dios.

Generalmente, cuando en ésta ventana se toca un tema que a alguien de quienes reciben el mensaje todos los días le toca algo respecto al problema que está viviendo, que a los pocos días le toca vivir lo que estamos tratando, o que ya lo vivió y sabe que así era el asunto, o nos escribe felicitándonos o cuando nos vemos nos lo dice... felicitaciones Julio y Annabella pero nosotros estamos conscientes que esa felicitación no es para Julio ni Annabella sino para Dios.

Cuando alguien como nosotros tiene el privilegio de tener una oportunidad como lo es ésta ventana, también contrae la obligación de NO escribir lo que le place, de no escribir con el hígado, de no escribir para ofender a nadie. Se contrae la obligación de meterse más con el Señor, de estudiar más su Palabra, de "luchar" más por conocer el corazón de Dios, para que EL, que conoce el corazón suyo nos guíe para enviar todos los días lo que ése corazón necesita escuchar. Nos dicen "felicitaciones Julio, felicitaciones Annabella por el esfuerzo que hacen todos los días por levantarse de madrugada a estudiar y a orar"... nosotros no consideramos esas felicitaciones para nosotros, pues al igual que otros quisieramos seguir durmiendo debido al frío de ésta montaña, consideramos que es un privilegio que Dios nos dió, el llevar la carga silenciosa (pues no tenemos ministerio de puertas abiertas) de otros.

Pero también sabemos que no es por nuestras fuerzas, lo hacemos porque Dios nos sostiene, Dios nos guía, Dios nos eligió para ello. Así que lo que hacemos lo hacemos lo mejor posible para agradarlo a EL, y por ello recibimos gracia para levantarnos temprano o para acostarnos tarde, pidiendo por las penas y las cargas de otros. Humanamente eso NO SE PUEDE, se necesitan fuerzas espirituales superiores que solamente Dios nos da, por ello es que pensamos que NO es: felicitaciones Julio o Annabella... sino felicitaciones Dios. Meditemos.

jueves, 12 de agosto de 2010

Hay que temer a Dios.

En nuestro idioma o nuestra cultura la palabra "temer" implica miedo, pero en la cultura oriental significa tener un "respeto más reverente" de lo normal. Por ello nosotros vemos que constantemente en la escritura es lo que Dios nos pide a los que decimos amarle y seguirle.

El salmo 147 en el verso 11 nos dice: "Se complace Dios en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia". Al traducirlo a nuestra cultura lo que está diciendo es: "Se complace Dios en los que le tienen un respeto más reverente de lo normal, y en los que esperan en su misericordia". ¿No es verdad que así lo entendemos mejor?. Ahora bien, ¿cómo es que le demostramos a Dios ese respeto, inclinándonos todo el día hacia EL, o quizás, "también" con obras? La misma Palabra de Dios nos da el camino: 1-Dios guarda a todos los que lo aman (Salmo 145:20); 2-Dios ama a los justos: 3- Dios ama a los extranjeros, 4- Dios ama al huérfano; 5- Dios ama a la viudad (Salmo 146:9). Entonces, tendámosle la mano al extranjero, al huérfano, a la viuda a todo aquél que vemos ama a Dios... pues tu boca endulza quien a tu hijo besa, endulzemos la boca de Dios.

Para agradar a Dios y demostrarle que le amamos, no necesitamos irnos a vivir aislados a una montaña o un monasterio, podemos vivir socialmente y agradar a Dios. Pero, amemos y respetemos lo que El ama y respeta. Tendámosle la mano a todo aquél que es bendecido y protegido de Dios, y El se encargará de tendernos la mano y bendecirnos a nosotros. Meditemos.

miércoles, 11 de agosto de 2010

No me traigáis más vana ofrenda.

En el siglo octavo antes de Cristo, habitaba en Israel un hombre consagrado a Dios, se llamaba Isaías, era hijo de un tal Amoz, que según narra la historia era un hombre perteneciente a la clase rica de ese entonces. Educó a su hijo bajo las más estrictas normas de los judíos, para que luego, al crecer, llegara a ser un hombre importante entre los sacerdotes de esa época, llegando al final a ser elegido de Dios para ser Profeta (resumen de la Síntesis del libro de Isaías).

Desde el inicio del ministerio de Isaías, vemos que es utilizado para corregir y orientar al pueblo de Dios, pues éste se había desviado en idolatrías, en falsas adoraciones, y malas costumbres. Es así, como Dios les envía a decir como base de sus enseñanzas: " No me traigan más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir, son iniquidad vuestras fiestas solemnes, me son gravosas, cansado estoy de soportarlas" (Isaías 1:13-14). Pero, Dios no solamente con ellos sino también con nosotros, no sólo dice la falta sino que da la solución, y en los versos siguientes aclara: "Lavaos y limpias, quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de vuestros ojos, dejad de hacer lo malo, aprended hacer el bien: 1- Buscad el juicio (aquí es razonamiento, no juicio judicial); 2- Restituid lo agraviado; 3- Haced justicia al huérfano; 4- Amparad a la viuda... venid luego, y entonces estaremos a cuentas (versos 16-18).

Si nos damos cuenta en éstas frases o diálogos de Dios, vemos que El no anda buscando grandes sacrificios ni holocaustos de nuestra parte, todo lo que quiere es que "le extendamos la mano al necesitado así como EL nos la extiende a nosotros", eso es todo. Si hacemos eso, agradamos el corazón de Dios más que con cualquier sacrificio y vana ofrenda. Meditemos.

martes, 10 de agosto de 2010

No hay que tirar de los pies del ahorcado.

Esta es una frase que nuestro padre siempre nos recalcó desde que tuvimos uso de razón, nos la decía cada vez que una persona, una asociación, el gobierno, etc. trataban de lastimar más aún al que ya estaba lastimado.

El pensamiento de Dios es igual con respecto del necesitado, Dios desea que le tendamos la mano a quien lo necesita, no que nos aprovechemos de él. El mundo fuera otro, si en lugar de que anduviésemos buscando personas para utilizarlas, nos dedicaramos a utilizar nuestro tiempo y recursos para ayudarlas. El salmo 142 y verso 12 nos recuerda el pensamiento del Rey David a éste respecto: " Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido, y el derecho de los necesitados". ¡Qué peligroso es que cuando está en nuestras manos, en lugar de ayudar al afligido, lo aflijamos más!. No es algo que agrade el corazón de Dios. " A Dios presta, quien da al pobre" (Proverbios 19:17). "¿Quién como tú, oh Jehová, que libras al afligido del más fuerte que él; y al pobre y menesteroso del que le despoja" (Salmo 35:10).

¡LIBRENOS DIOS! DE HACER NEGOCIO DEL AGLIGIDO, pues la escritura dice: " ¿Quién conoce tu ira, y tu indignación según que debes de ser temido?" (Salmo 90:11). De lo más terrible que le puede suceder al hombre, es caer en las manos de Dios cuando su ira se enciende. Porque no le veamos físicamente no implica que Dios no exista, pues la historia nos muestra que cuando a EL se clama, destruye pueblos, desaparece enemigos, y libra siempre al afligido de aquél que le aflige. Meditemos.

lunes, 9 de agosto de 2010

Y todavía muchos creen que no hay Dios.

En el mundo caminan muchas personas hoy en día, pensando que la idea de un Dios es la creación romántica de otras personas. Creen que el universo, el sol, la luna, las estrellas, los planetas, etc. nacieron por una casualidad en un momento determinado. Si así hubiese sido, la pregunta del millón es: ¿Cuál es la razón para que en tantos millones de años, esa casualidad, no se haya repetido?.

Dios existe, y no solamente existe sino que tiene el control de todo y de todos. Nos encanta cuando leemos en la escritura los pasajes que hablan de cómo se creó todo (Génesis 1). Vemos con gran asombro que Dios tiene y mantiene el control de todo lo que sucede, y no solamente eso, sino que además tiene escribientes que apuntan los acontecimientos. Vea lo que dice el Salmo 139:16: "Y en tu LIBRO estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas". Vea cómo al final de los tiempos, cuando EL juzgue en el mundo a sus habitantes, sabrá cómo pagar y cómo castigar a cada uno de nosotros: "Y los libros fueron abiertos" (Apocalipsis 20:12a).

Al final de los tiempos se abrirán los libros, el libro de la vida y de la muerte; y el libro de las obras buenas y malas (Apocalipsis 20:12b-15). En esos libros está quedando escrito TODO cuanto hacemos, el día que los abran será público todo lo que hoy hemos hecho en privado, en lo secreto, en lo que hemos considerado íntimo... todos lo verán. Con razón la escritura dice: "No hay nada encubierto, que no haya de ser manifiestado; ni oculto, que no haya de saberse" (Matoe 10:26). Meditemos.

domingo, 8 de agosto de 2010

Los enemigos de Dios.

Cuando uno piensa en los enemigos de Dios, generalmente uno piensa en el diablo y sus ángeles, y se acabó. Pero la escritura nos muestra que Dios tiene enemigos de carne y hueso, pues los que persiguen a su pueblo son también sus enemigos.

Ya hemos dicho en otras ocasiones que el pueblo que Dios eligió, por su soberana voluntad para que fuera SU pueblo es Israel. Dios llamó a Abraham cuando vivía en Ur de los Caldeos en Babilonia (Josue 24:1-4), y luego lo bendijo en la tierra de Canaán ofreciéndosela por heredad eterna (Génesis 12:1-6). Y, como vimos ayer, aunque ciertamente los que habitaban esas tierras eran tribus impías, el dueño de la tierra es Dios (Salmo 24:1-2) por tanto cuando decidió dársela a los Israelitas estaba en todo su derecho. Esos pueblos, todos, eran descendientes de Ismael, el hijo de Abraham NO querido por Dios, por ello le dió a Isaac, el Hijo de la Promesa de quienes descienden los Israelitas. Todos los pueblos que habitaban Canaán eran descendientes de Ismael, entiéndase Amón, Moab, Edom, etc. pueblos contra los cuales las escrituras tienen profecías de destrucción, eso lo puede estudiar en Ezequiel capítulos 25, 26, 27 hasta el 31.

El terrorismo, la violencia organizada, la lucha que vemos hoy en día, tuvo su origen en el conflicto inicial entre Ismael (padre de los pueblos musulmanes) e Isaac el hijo bendecido de Dios para con Abraham (y padre de los pueblos cristianos), porque los primeros se revelaron a la voluntad de Dios de entregar dichas tierras. El final del conflicto de los tiempos está por llegar, y la causa será, una confrontación entre los pueblos que sigan a Isaac (en otras palabras que apoyen a sus descendientes, creyentes), y los pueblos que apoyen a Ismael (los pueblos descendientes de los no bendecidos por Dios), que nuevamente se opondrán a que SOLAMENTE Israel habite en esas tierras. ¿Cuando el Señor venga, de qué lado nos encontrará?. Meditemos.

sábado, 7 de agosto de 2010

Así como es el sapo, es la pedrada.

En la campiña de nuestros pueblos latinos generalmente los sapos se introducen a las haciendas por las noches, éstos son desagradables por varias razones pues no dejan dormir por sus ruidos, tiran por sus bocas una leche que quema, dejan excrementos, etc. Por lo tanto todos los finqueros se dan a la tarea de ver cómo los expulsan de sus casas.

Algunas veces lo hacen con perros y con gatos que los persiguen y hasta se los comen, en otras ocasiones se utilizan piedras, de allí el mote de que según el tamaño del sapo es la pedrada. Pues se supone que un sapo pequeño con una piedra pequeña se ahuyenta, pero uno grande necesita una piedra grande. Así como los sapos (que no por casualidad en la escritura son consideramos como pecados), los pecados que nosotros cometemos, son castigados o corregidos con consecuencias que van del tamaño del mismo. Usted mira cómo, aquél hombre (Judas) que vendió a Jesús, su pecado fue castigado con la muerte (Mateo 27:3-5). Usted ve que David pecó de adultero abusando de una mujer que tenía marido, y ve que el castigo es la muerte de un hijo (2da. de Samuel 12:15-19).

La justicia de Dios es muy diferente a la de los hombres, pues la justicia humana pretende dar un "castigo ejemplar" para evitar que otros cometan la misma falta, la justicia de Dios lo que busca es "un arrepentimiento definitivo" en cada persona. Dios no va a dar como consecuencia de un pecado de mentira a un enfermo diciéndole que se ve bien, con la muerte de un hijo. Pero tampoco va a darle un dolor de cabeza simple a quien a adulterado. Así como en lo natural del tamaño del sapo es la pedrada, así en lo espiritual del tamaño del pecado es el castigo, corrección o enseñanza. Meditemos.

viernes, 6 de agosto de 2010

¿Por qué oramos?

Alguien nos preguntó ¿Por qué tenemos que orar? Bueno, iniciemos por decir que la "oración" es una "plática", solamente que con Dios no con un hombre. Así como alguien podría preguntar ¿Por qué platicamos con nuestros padres terrenales?. Pues lo hacemos para tener mayor comuncación con ellos.

Si usted analiza a las personas que tienen mucha comunicación con sus padres, verá con asombro que son las que más se le parecen a sus padres. Si usted analiza a las personas que oran todos los días, verá con asombro que son las personas que viven una vida más correcta, porque la misma relación con Dios los aparta de la relación con el mundo. ¿Por qué hablamos con Dios y no con el sol, la luna, las estrellas, imágenes de talla, etc? Bueno, simplemente porque así como cuando usted en el trabajo necesita algo importante, no va con el conserje, no va con el guardían de la bodega, no va con el policía de la garita... sino simplemente va con el jefe o con el dueño, así lo hacemos con Dios. El salmo 24.2 nos dice: "De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo, y los que en él habitan", o sea que Dios es el dueño. El salmo 135:6 nos dice: "Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos", o sea que EL sí las puede.

Entonces, si Dios es el dueño de todo y de todos, cómo no hemos de "platicar" (orar) con EL todos los días, y sobre todo, tratar con EL todos los temas importantes para nosotros. El será nuestro mejor guía, nuestro mejor consejero, nuestro mejor amigo, y no le contará nada a nadie, a no ser que lo considere útil a nuestra causa, en cuyo caso sobrenaturalmente alguien nos llamará, nos escribirá, etc. dándonos la solución o una guía a lo que buscamos. Meditemos.

jueves, 5 de agosto de 2010

¡ Gracias a Dios !

Somos amantes de Dios, y esa es la razón por la cual nos levantamos todos los días a buscar estar un tiempo con El y con su Palabra, antes de iniciar cualquier otra actividad. Nos levantamos a darle gracias por la vida, por la salud, por el bienestar de toda nuestra gente, por el privilegio de haberle conocido y por el don no merecido de que se digne caminar con nosotros.

Pero, como somos humanos también nos gustan las actividades humanas como por ejemplo los deportes. Hoy queremos compartir la diferencia que hemos visto (y no somos los únicos) entre los deportistas que han caido en la vanagloria, y los que le dan las gracias a Dios. En 1966 hubo un boxeador que se autoproclamó "más famoso que Jesucristo", hoy padece una enfermedad incurable, y su estado no sólo es deplorable sino que vive casi en el olvido. Veinte años después en 1986 hubo un futbolista al que en su nación lo declararon "Dios", le hicieron un templo, y lo veneran como a Dios. El hombre nunca ha dicho que sea Dios, pero tampoco lo ha negado y si actúa como tal, cada vez que él hace noticia lo hace para un escándalo nunca para algo bueno. Ha caido en drogas, besa a los de su mismo género en la boca y en público, etc, etc. La biblia dice: "Antes de la caída, viene la altivez del espíritu" (Proverbios 16:18).

Sin embargo hemos visto el otro lado de la moneda también, en 1970 el brasileño Pelé, ganó el trofeo más importante que ha habido en la historia del fut "La copa Jules Rimet", y cuando lo entrevistaron dijo: "Soy un hombre privilegiado por Dios", ese hombre todavía hoy después de 40 años sigue siendo llamado "El Rey del fut". Ayer, un beisbolista de los Yankees de Nueva York alcanzó una hazaña que solamente 7 jugadores han alcanzado en más de cien años de ese deporte, con el agrabante que es el más joven en alcanzar dicha hazaña 600 vuelacercas, en su entrevista lo primero que dijo fue: "Quiero dar gracias a Dios", toda la prensa estima que éste hombre será el que deje el máximo record en dicho deporte. Dios dice en su Palabra: "A la honra... precede la humildad" (15:33). ¡Esa es la diferencia entre creerse Dios y dar gracias a Dios. Meditemos.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Has dejado tu primer amor.

Si pudiéramos decir que Dios tiene una necesidad, es acaso: "Escuchar de sus hijos que lo amamos". Cuando el Apóstol Juan recibió el mensaje a las iglesias en Apocalipsis, vemos que Dios casi sólo ve virtudes en cada uno de los grupos de las iglesias a las que se refiere, pero el primer reclamo que hace es: "Pero tengo contra tí, que has dejado tu primer amor", esto lo hace a la iglesia de Efeso (Apocalipsis 2:4).

Imagínese usted, el ser más grande, el más poderoso, el omnipotente, el omnipresente, el que todo lo puede, es "tierno". Solamente un ser que esté lleno de ternura, requiere para sí, también ternura. ¿A qué se refiere con no olvidar el primer amor? Bueno, lo explicamos de ésta manera. Conocemos parejas que hace 25 o 30 años se conocieron, se gustaron, iniciaron un acercamiento, se conocieron mejor, se daban regalos... que flores, que un café, que él le abría la puerta del auto a ella, que ella le cocinaba algo que a él le gustaba y lo invitaba a su casa, etc. pero lamentablemente con el tiempo, los afanes, y los errores, ese primer amor se acabó. Y poco a poco se fueron dando por sentado elementos que nunca debieron olvidarse, que si vivo contigo es porque te quiero, que si te sirvo tu comida es porque te quiero. etc. Pero al final no resultó suficiente.

Con Dios nos sucede lo mismo, cuando lo conocemos y vemos que por misericordia nos saca de nuestras angustias para llevarnos a una vida mejor, lo adoramos, lo bendecimos, lo buscamos, tenemos un acercamiento con El como nunca antes. Pero luego, el tiempo, los afanes, y los errores (pecados) nos hacen que "demos por sentado" que El sabe que lo amamos y que El nos ama. NO OLVIDEMOS NUESTRO PRIMER AMOR. No dejemos, hipotéticamente, de hablarle, de llevarle flores, de abrirle la puerta, de servirle una comida, de invitarlo... de decirle Señor gracias y te amo. Eso, y nada más que eso, es no olvidar el primer amor con Dios. Meditemos.

martes, 3 de agosto de 2010

¡Mejor es que no prometas!

"Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque El no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas" (Eclesiastés 5:4). Precioso consejo el que nos da Salomón, el hombre más sabio que haya existido en la humanidad, sin contar a Jesús.

Una promesa incumplida lastima demasiado a alguien, ya no digamos a Dios. Conocemos el caso de un hombre que cuando era niño le ofrecieron una bicicleta si ganaba su primer año escolar, lo ganó, pero la promesa no fue cumplida. Se la ofrecieron para el segundo, lo ganó, pero la promesa no fue cumplida, así aconteció hasta llegar al sexto año, y la promesa no fue cumplida. El niño de 12 años como pudo hizo negocios, hizo trabajos y al fin se compró su bici. Pero la frustración lo alcanzó por muchos años. Sin embargo, cuando fue mayor y se casó, somos testigos de que nunca les falló a sus hijos, y aún ahora a sus nietos una promesa. El entendió en carne propia la importancia de comprometer la palabra. El comprendió que es mejor no prometer, que prometer y no cumplir.

Cuando le hagamos una promesa a alguien, no importa si es familiar o amigo, no fallemos, a al menos hagamos todo lo que está en nuestras manos o posibilidades para no fallar. Ya no digamos si esa promesa se la hicimos a Dios. Líbrenos Dios de caer en sus manos si le ofrecemos algo, sólo, mientras que conseguimos otra situación a cambio para luego olvidarnos de lo prometido. Meditemos.

lunes, 2 de agosto de 2010

El Rey David, un hombre muy amado de Dios.

Cuando uno lee las escrituras en la parte legislativa del Antiguo Testamento, uno mira con gran pena lo difícil que era vivir agradando a Dios, debido a lo alto de los estatutos que le había puesto a su pueblo. Generalmente nosotros conocemos los 10 mandamientos principales, amar a Dios, amar al prójimo, honrar padre y madre, no matar, no robar, etc. pero los judíos tenían como estatuto de vida 613 leyes, de las cuales NI UNA SOLA podía ser quebrantada.

El quebrantamiento de algunas de esas leyes contraían como pena el ofrecer una paloma, o, un cordero como expiasión (o perdón) por el pecado. Pero, había pecados muy serios, los cuales se pagaban solamente con la muerte del individuo. Por ejemplo el asesinato a sangre fría y planificado (Génesis 9:6), otro más era el adulterio (Levítico 20:10). El Rey David es un ejemplo muy claro de desobediencia y de absolución de los pecados en el Antiguo Testamento, es un ejemplo de cómo, aún y cuando un hombre peque gravemente contra Dios, si su arrepentimiento es sincero, Dios lo absuelve y lo vuelve a bendecir. Mire los pecados de David: 1) Siendo Rey debía andar en la guerra y estaba en su casa descansando; 2) Se puso a fisgonear a una mujer que se estaba bañando inocentemente; 3) La codició; 4) Abusando de su poder de Rey, la obligó a venir a su lecho; 5) Prácticamente la violó; 6) Cometió adulterio, pues la mujer era casada; 7) Llamó al esposo que estaba cumpliendo su deber para emborracharlo delante de sus subditos; 8) Lo trató de engañar haciéndole creer que el hijo que venía era suyo porque la otra era su esposa; 9)Como no pudo engañarlo, lo envió a lo recio de la batalla para que muriera, 10) Ya muerto, mandó a llamar a la mujer y la tomó para sí. Todos éstos pecados eran graves, y David, tenía que morir por algunos de ellos (toda la historia la puede ver en 1era. Samuel 11).

Pero, cuando el profeta Natán lo confronta, David mira su pecado y se arrepiente de corazón, y Dios lo perdona. Dios lo perdona de tal manera que... aunque nos cueste creerlo, de esa mujer llamada Betsabé, nace el próximo hijo de David que sería el Rey de Israel a la muerte de éste, Salomón. La lección que nos deja ésto es: No hay pecado tan grande que Dios no nos pueda y no nos quiera perdonar, si nuestro arrepentimiento es sincero y cambiamos de actitud con respecto a ese pecado. Meditemos.

domingo, 1 de agosto de 2010

El que besa a tu hijo... endulza tu boca.

Otra de las famosas expresiones que nos decía nuestra bisabuela Sofía cuando eramos niños era: "El que besa a tu hijo... endulza tu boca". Era una expresión que nuestros ancestros utilizaban para decir que:" "El que recibe a tu hijo, el que lo quiere, el que lo aprecia, el que lo estima, el que lo trata bien, etc. es como si lo hiciera con uno mismo", por lo tanto, esa persona era muy apreciada y bien recibida por uno siempre.

Dios no está lejos de expresiones como esa, veamos: "Todos los que ABORRECEN A SION (entiéndase Israel), serán como la hierba de los tejados, que se seca antes de que crezca" (Salmo 129:4-5). Ciertamente, aquí Dios nos está diciendo la antitésis de lo que es amar a su pueblo. Pero, gramaticalmente, no decir algo es decir lo contrario. Si usted dice que una persona no es hombre, tiene que ser mujer. Si usted dice que no es de día, tiene que ser de noche, etc. Bueno, el punto importante es que para Dios todos los que amamos a Israel, a los israelitas, al pueblo elegido de Dios, es como que besaramos a su hijo, y por lo tanto, endulzamos su boca. Israel es para Dios como la niña de sus ojos, algo muy apreciado según sus mismas palabras(Zacarías 2:8). Por ello todo pueblo (que en el final de los tiempos según Apocalipsis serán todos) que esté en contra de Israel, será destruido por Dios (Zacarías 14:1-4).

Por eso mismo, es que debemos entre nuestras oraciones diarias interceder porque Dios traiga la paz a Israel, porque Dios proteja a todos los israelitas del mundo, al fin y a cabo, según dice SU palabra, también estaremos orando por nosotros mismos pues ahora de dos pueblos hizo uno, israelitas y gentiles ahora somos SU iglesia. Meditemos.