miércoles, 30 de junio de 2010

¿Quiénes son los que nos lastiman?

¿Quiénes son los que nos lastiman? Uno pensaría a primera voz que el enemigo, que los ladrones, que un marero, que un drogadicto... pues sí, en términos generales son las personas que en "determinado" momento nos hacen algún tipo de daño. Y, decimos algún tipo, pues como de ellos eso es lo que esperamos nos cuidamos. Pero, la realidad es que las personas que más cotidianamente nos lastiman, y a quienes más cotidianamente lastimamos es a los íntimos. Y por ello es que duele más, pues de ellos no lo esperamos ni ellos lo esperan de nosotros.

David fue una persona que experimentó esas mismas circunstancias, y por ello nos escribió acerca del tema: "Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado. Ni se alzó contra mí el que me aborrecía. Porque me hubiera ocultado de él; sino tú, hombre, al parecer íntimo mío" (Salmo 55:12-13a). A David durante su vida no lo sorprendió ningún enemigo, pues de ellos se cuidaba y siempre estaba pendiente. Pero, cuando su hijo Absalón se le sublebó, primero, no lo esperaba; y segundo, Absalón lo hizo sufrir mucho, y lamentarlo más, el día de su trágica muerte. Jesús, palabras en quien éste salmo se convirtió en profecía, no fue entregado por fariseos y saduceos, sino por Judas íntimo del suyo.

¿Quién es el que nos lastima y a quiénes lastimamos? A los íntimos. Mire cómo termina la parte "b" del verso 13 de éste salmo 55: ""Mi guía, y mi familiar". Cómo duele que sea el líder, el pastor, el maestro... un padre, o, una madre; quizás el esposo-a, un hijo-a... el que nos cause un dolor, o, por el contrario a quien nosotros se lo causemos. ¡LIBRANOS SEÑOR DE ESA CARCEL! Y, si por desgracia ya caímos en ella, hoy es el día para pedir perdón o para concederlo. Meditemos.

martes, 29 de junio de 2010

Vale la pena esperar.

"Asímismo he visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud". "Hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos". Estas son palabras y pensamientos de Salomón en Eclesiastés 8:10 y 14.

Luego nos dice en el verso 1 del capítulo 9: "Toda obra, está en manos de Dios". Cuántas discusiones se han levantado durante siglos, acerca de si el hombre es una pieza de ajedréz en manos de Dios en el tablero de la vida, o, si realmente el hombre posee la llave para marcar y definir su destino. Cuántas discusiones se han levantado acerca del por qué a los injustos, a los impíos, a los pecadores pareciera irles siempre bien, pero por el contrario, a los justos pareciera irles mal en casi todo lo que hacen. Pareciera como que al impío le abunda lo que al justo le hace tanta falta; pareciera como que no vale la pena seguir por la vida con pasos buenos, si al final, la vida le presenta un rostro duro, mientras al impío todo pareciera salirle color de rosa. ¿Valdrá la pena seguir luchando contra la corriente? ¿Será que llegará el día en que el hombre bueno, vea una luz al final del túnel? SI, Y SOLAMENTE SI.

Tan lejos como se ve en los libros de la Biblia (cerca de 45), y tan lejos como lo es en años (cerca de 3,000 años), la respuesta a la incógnita que se le presentó a Salomón llega: "Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras" (Apocalipsis 20:12). Hoy, como muchos días en la vida del creyente, pareciera ser el más oscuro día de invierno, pero Dios ha prometido que llegará el día en que la luz, Su luz, brillará sobre los justos para NUNCA apagarse; pero así también, ha garantizado que llegará el día de oscuridad para los impíos... y su memoria no será nunca jamás". Meditemos pues vale la pena esperar en EL.

lunes, 28 de junio de 2010

No temáis manada pequeña.

Uno: perseveraban en la doctrina de los apóstoles; dos, en la comunión (común unión, no eucaristía); tres: en el partimiento del pan (ésta es la mejor prueba de lo anterior); y cuatro: en las oraciones. Estas eran las cuatro actividades de lo que conocemos como la "Iglesia Primitiva", o sea, la iglesia inmediata a la partida del Señor al cielo. ¿Es eso, la iglesia actual? Respuesta: ¡NO!.

Hoy, la iglesia (fácil un 80 u 90%) se ha convertido en "un medio de vida" para muchos, con razón el profeta dijo: "El pueblo que saliere con mil, regresará con cien; y el pueblo que saliere con cien, regresará con diez" (acaso profetizaba de la pureza y de la entrega de la iglesia). Hoy, estamos muy pero muy lejos de lo que Jesucristo dejó instituido como "la casa de mi padre", aquella que los religiosos habían convertido en cueva de ladrones, y que hoy estamos convirtiendo en lo mismo. ¿Cuál ha sido el problema? Que olvidamos las palabras de Jesús, o quizás, las leemos y las escuchamos pero no le ponemos atención. "No temáis manada pequeña" (Lucas 12:38). ¿A qué se refería Jesús con esas palabras? Bueno, todo aquél que reconoce que Jesús es su salvador pasa a ser una "oveja" de él, toda oveja pasa a ser parte de su "rebaño o manada", y EL, por quien todo fue hecho y para quien todos fuimos hechos, nos dice: QUE LAS MANADAS DEBEN DE SER PEQUEÑAS, entonces ¿Qué motivos ocultos, nos llevan a pretender la congregación más grande de la zona, de la ciudad, de la nación, o del continente?

Antes de pronunciar éstas palabras Jesús, les acababa de explicar a sus discípulos que: "No tengáis miedo de qué habéis de comer o de vestir, porque mi Padre que está en los cielos, velo por ello" (ver los versos 26-29), y cierra diciendo: "Eso, que vosotros procuráis, es lo que procuran LAS GENTES DEL MUNDO". La pregunta es ¿Confiamos en nuestro Dios, o, somos como las gentes del mundo? Meditemos.

viernes, 25 de junio de 2010

Pacientemente esperé a Jehová.

Es evidente que muchos de nosotros estamos pasando por tiempos difíciles, unos por escacez económica, otros por enfermedades, otros por falta de empleo, otros más por problemas familiares, etc. El hecho es que realmente es muy difícil encontrar a alguien que tenga una vida envidiable de solidez económica, de salud completa, que tenga un empleo estable, y cuya familia esté en paz y tranquilidad.

Es por ello que todos le clamamos a Dios constantemente que por favor nos eche una manita. David también pasó tiempos difíciles de llevar en su vida, fue entonces cuando nos escribió lo siguiente: "Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor" (Salmo 40:1). El secreto es: Pacientemente. En el ínterin de nuestra oración y la respuesta a ella hay un espacio de tiempo que se llama: "Paciencia". En ese tiempo somos probados, somos probados por Dios pero también por el enemigo. Nos explicamos. Dios quiere ver si realmente confiamos en El aunque se tarde; el enemigo nos prueba haciéndonos creer que Dios no nos responde porque no es nuestro padre, que no nos responde porque no somos dignos, que no nos responde porque no somos justos, que a otros sí les responde porque ellos sí se lo merecen, etc.

Daniel, un hombre mucho más justo que nosotros, un hombre tan hijo de Dios como nosotros, más digno de una respuesta de Dios que nosotros, cuya respuesta era más digna que la nuestra, nos narra en el capítulo 10 de su libro lo siguiente: "En aquellos días yo Daniel estuve afligido por tres semanas (verso 2)... Y he aquí una mano me tocó y me dijo (verso 10)... Daniel, varón "muy amado" de Dios (verso 11)... Desde el primer día que oraste fue oída y respondida tu oración, pero, el príncipe de Persia (satanás) se me opuso por veinte y un días (versos 12-13). Imagínese usted, Daniel oró y se dispuso para con Dios para que le fuera revelado el secreto de los siglos que es "tan" importante para toda la humanidad, y tuvo que esperar con paciencia tres semanas. ¿Cuál es la razón para que nosotros no esperemos con paciencia un mes, un año, cinco años por nuestra respuesta, siendo menos intrascendente? Meditemos.

jueves, 24 de junio de 2010

¿Qué significa la expresión: En el día malo?

Nadie quiere sufrir, toda lucha humana es por evitar el sufrimiento, usted lo mira en la actitud que cada una de las personas que conoce toma cada día. Todos trabajamos para no pasar penas, angustias, hambres, fríos, ni ninguna otra clase de necesidad. Cuando hay una catástrofe natural usted ve cómo todos buscan agua, víveres, techos, etc. para pasar la pena lo menos dolorosamente posible.

A éste respecto, David nos escribió en los Salmos lo siguiente: "En el día malo lo librará Jehová, Jehová lo guardará, y le dará vida. Será bienaventurado en la tierra. Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos. Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor, mullirás toda su cama en su enfermedad". (Salmo 41:versos 1-b al 3). Entendamos primero lo que David dice del Justo, porque hemos de acotar aquí que David no está hablando ni escribiendo para impíos, sino a gente pía. Uno, todo creyente tiene un día malo, esto significa que si no ha pasado ya, pasará pronto, que todo creyente tendrá un día de angustia. Dos, pero no debemos de temerle a ese día, pues Dios ha ofrecido que nos guardará. Solamente que tenemos que entender también lo que significa "guardar" para Dios. Noé pasó la gran tribulación del Diluvio pero la pasó guardado en el arca, Noé NO fue quitado de la tribulación solamente fue "protegido o guardado" de ella. Tres, el Señor es capaz de escondernos y protegernos aún de nuestros enemigos. Cuatro, si dice que Dios nos sustentará en el lecho del dolor, quiere decir que vamos a tener dolor, y si no, ¿Cómo podría sustentarnos?. Quinto, dice que "mullirá" su cama en la enfermedad. Mullir significa "acomodar, suavizar, arreglar, o, hacer más soportable" nuestra cama en la enfermedad. Pregunta: ¿Cómo habría de hacer eso si no nos enfermamos?

Ahora bien, si usted lo notó, todas éstas promesas inician en el verso 1-b, lo que significa que inician al final de ese verso, pero, ¿Qué dice el verso en 1-a, o sea el principio del verso? Pues nada más y nada menos que la "condición" para que todas esas promesas se cumplan en el día malo que a usted le corresponde. "BIENAVENTURADO EL QUE PIENSA EN EL POBRE". Ayudemos al pobre que nos rodea, pobres siempre hay entre nosostros, personas con mayor angustia que la nuestra están que pululan alrededor nuestro. ¿Qué nos cuesta compartir una pan, una lata de comida, una chamarra, una ropa que ya no nos queda o no usamos mucho? ¿Nos quedaremos con hambre por compartir "algo" de lo que ganamos? No olvidemos al pobre y en día malo Dios no nos olvidará a nosotros. Meditemos.

miércoles, 23 de junio de 2010

Cuando se rompen las reglas.

En la vida y para la vida, no sólo de nosotros los humanos sino aún en la de los animales, existen normas o reglas que hemos de cumplir si no queremos tener problemas serios. En los animales las reglas casi que se reducen a una sola... mantenerse dentro de la manada. Para nosotros los humanos son un poco más amplias, pero aún así, cuando se rompen hay que pagar las consecuencias.

El Señor nos dió el privilegio de tener un jardín amplio en nuestra casa, por lo que dispusimos aprender a sembrar una hortaliza. Leímos acerca de las semillas a sembrar debido al clima frío; preguntamos a los expertos cómo y cuándo preparar la tierra; cómo y cuándo sembrar y cosechar; cómo y cuándo abonar la tierra; cómo, cuándo y con qué fumigar; etc. El año pasado a pesar de seguir las instrucciones el invierno nos ganó la partida viniendo antes de tiempo y perdimos la cosecha de tomates. Este año todo iba mucho mejor... hasta que, por obligaciones mayores se nos pasó "una, una sola fecha de fumigación", el problema resultó en que habiendo sembrado chiles pimientos cosechamos ratones. Solución, arrancar las matas y fumigar la tierra en seco, para evitar enfermedades mortales para el humano, y que la tierra pueda volver a servir la próxima temporada.

Dios le pidió a su pueblo que guardara normas mínimas, en Deuteronomio 28 nos las da. Básicamente se reduce a una o dos que encierran todas las demás. "Si oyereis hoy mi voz, y me obedeciéreis... yo os bendeciré". Exteriormente podemos ir por la calle con la mejor ropa de marca del día; podemos ir en un vehículo último modelo; podemos trabajar en el edificio más bello de la ciudad; y podemos usar el mejor perfume salido al mercado... pero por dentro, si no tenemos a Dios y si no seguimos sus normas (es como si el invierno nos traicionara o no fumigáramos)... y tenemos una plaga de ratones dentro. Tendríamos que ser arrancados para no contaminar a otros con enfermedades espirituales, y habría que hacer una fumigación espiritual. Nuestra bisabuela Sofía nos decía: "Caras vemos, corazones no sabemos"... eso también aplica a lo espiritual cuando se rompen las reglas. Meditemos.

martes, 22 de junio de 2010

Goza pero considera.

Lo que nos llena de afanes y carreras hoy en día, es el hecho de que no sólo nuestras necesidades han llegado a crecer tanto, sino encima está el comercio que nos satura de elementos que la mayoría de veces son innecesarios, o, por el contrario pudíeramos cambiarlos por elementos más sencillos. Sea como sea, uno de los afanes y al mismo tiempo alicientes que tiene el ser humano hoy en día, es el del trabajo para poder tener, adquirir y disfrutar.

El hombre más sabio que ha existido después de Jesucristo, es Salomón. Dios le proveyó una sabiduría que hasta que viva y muera el último ser humano no habrá otro como él. Y él estaba consciente de ello, por eso nos dejó escrito lo siguiente: "Y también es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor (o trabajo)" (Eclesiastés 3:13). En otras palabras "no es malo" que usted con lo que ahorra de su trabajo luego de cumplir sus obligaciones, se compre lo que usted desee o necesite. O, que se compre un mejor vestido del que ya tiene; o, que se compre el carro que tanto ha anhelado tener. Pero, Salomón también nos da un consejo, y repetimos es un consejo, no es una advertencia ni mucho menos una sentencia... es un consejo. Y éste es: "En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad... considera" (Eclesiastés 7:14).

¿Qué significan esas palabras de Salomón? Pues significan el "por qué" Jesús les dijo a sus discípulos el día que lo ungieron con perfume para su muerte: "Pobres siempre tendréis entre vosotros". Las personas que tienen menos recursos que nosotros, siempre estarán alrededor nuestro, y la razón es para que podamos considerar el día de adversidad de ellos, porque mañana podría ser el nuestro. Cuando ya cubrimos nuestras necesidades podemos extendernos a ellos, como Dios lo ha hecho con nosotros. Esa es la razón por la cuál tenemos un excedente de ganancias, y esa también, es la razón por la cual los pobres siempre estarán con nosotros, para que gocemos en el día bueno pero que consideremos en el día de la adversidad de ellos. Jesús también dijo: "Dando es como se recibe". Meditemos.

lunes, 21 de junio de 2010

Como el ciervo brama.

Como dice la famosa canción de niños los pollitos dicen pío, pío; el perro ladra; la vaquita muje; el caballo relincha; y los ciervos braman. Narran los estudiosos de la fauna silvestre, que en las praderas y las montañas en donde conviven los ciervos hay épocas del año en que el agua no abunda. Nos cuentan que los ciervos tienen diferentes bramidos, uno para cuando tienen hambre, otro más para cuando están en celo, o época de apareamiento, pero tienen uno específico para cuando buscan agua, ese, es un bramido tan profundo y diferente que difiere en mucho a los otros dos.

Nos cuentan los hijos de Coré (que escribieron varios salmos como por ejemplo del 42 al 49; y otros más como el 84,85,87 y 88) como "Masquil", o sea, como "instrucción" (que es lo que significa esa palabra en hebreo), lo que experimentaron en carne propia, cuando vivieron tiempos de angustia. Y nos lo cuentan, para que sepamos qué hacer nosotros cuando nos toquen tiempos iguales. Dice el salmo 42:1-2: "Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas (recordemos, un bramido muy profundo y difente a otros bramidos que tenemos); así clama por tí, oh Dios, el alma mía (en tiempos de angustia, nuestra única salvación es buscar a Dios, no al jefe, no a la amiga o al amigo, no al padre o la madre, no al hermano... sino a Dios). Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo (sólo hay un Dios vivo, y ese, no está crucificado en la cruz, pues la cruz está vacía... ese Dios vivo nos cubre en espíritu y en verdad como le dijo Jesús a la Samaritana en Juan 4:23).

La prueba de que es el consejo para los tiempos de angustia viene en el siguiente verso: "Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días (los incrédulos, los duros de corazón) ¿En dónde está tu Dios?. Pregunta que hacemos nosotros ¿Por qué los incrédulos no miran a Dios? Porque nuestro Dios es espíritu y verdad, no está materializado en ninguna escultura ni imagen que teniendo ojos no mira; que teniendo oídos no oye; que teniendo manos no toca; que teniendo pies no camina; que teniendo boca no habla, porque no tiene corazón" (vea Salmo 115:4-8, que termina diciendo en el verso 9: "semejantes a ellos (imágenes insensibles) son los que confían en ellos". Que nuestra alma y corazón bramen por el Dios de los cielos, el Dios vivo. Meditemos.

domingo, 20 de junio de 2010

Con nuestros oídos hemos oído, porque nuestros padres nos han contado.

¿Qué fuera de nuestros pueblos y de nuestras vidas si no hubiera historia?, y, ¿Qué fuera de la historia si no hubiera historiadores? La historia inició "narrada", una generación le contó a otra lo que le había sucedido; ésta a su vez se la contó a otra; la tercera, para no olvidarla la pintó en las piedras; la otra la convirtió en monumentos, pero otra más decidió escribirla. De las primeras nos quedan muy pocas, de las segundas algunas, pero de la tercera nos quedó todo.

Narrar, pintar, esculpir o escribir la historia ha sido la base para que la generación que viene, no sólo avance, sino que la vida le resulte más fácil. Uno inició de cero, pero el segundo inició de uno, el tercero de dos y así, hoy, estamos en donde estamos en ciencia, en tecnología, en matemáticas, etc. porque alguien nos dejó memoria de la historia. Pero, y ¿qué sucede con lo espiritual? Nosotros los creyentes no sólo "debemos" sino que "tenemos" que narrar, pintar, esculpir, o escribir lo que Dios hace con y por nosotros, para que las generaciones venideras avancen más que nosotros. El salmista David escribió para nosotros lo siguiente: "Oh, Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado, la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos" (Salmo 44:1). Y continúa diciendo: "Tú con tu mano echaste a las naciones; Tú los plantastes a ellos en la tierra; Te complaciste con ellos; Tú les mandaste la salvación; En tu nombre hollamos a nuestros adversarios; tú nos has guardado de nuestros enemigos (Salmo 44:2-7).

Hoy, que el Señor nos dió el privilegio de ser padres, de ser abuelos... ¿Qué hacemos por nuestros hijos y nuestros nietos? ¿Les narramos las grandesas que Dios ha echo con y en nosotros? ¿Les explicamos que estamos en donde estamos, por la mano de Dios, o creen ellos que estamos en donde estamos y tenemos lo que tenemos porque nos lo merecemos? ¿Oramos con ellos antes de tomar los alimentos? ¿Discutimos pasajes de la biblia con ellos, o nos sentamos a platicar de deportes? ¿Conocen nuestros hijos y nuestros nietos la palabra de Dios y las obras de Dios por nuestra boca, o Dios sigue siendo para ellos un mito? ¿Conocen ellos acaso la gratitud que le tenemos a Dios, por lo que es y por lo que representa para nosotros, y por lo que es y debe de representar para ellos?. Que ellos puedan decir algún día: "Con nuestros oídos hemos oído, porque nuestros padres (o abuelos) nos han contado. Meditemos.

sábado, 19 de junio de 2010

Vanidad, todo es vanidad.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, que es nuestra lengua en latinoamérica, define la vanidad como: "algo vano", y, a su vez, define "vano": "como algo vacío, algo fuera de la realidad, algo hueco". Leemos en la escritura de dos hombres cuyas mentes y corazones casi que lo experimentaron todo sobre la faz de la tierra, y la conclusión a la que llegaron es que "todo en nosotros los hombres, es vanidad, o sea, algo vacío, algo fuera de la realidad, algo hueco".

Salomón, hombre sabio y rico cual ninguno entre la humanidad, llegó a la conclusión que aún después de haber probado de todo, de haber visto de todo, y de haberlo tenido todo... el hombre siempre quiere más, pues tiene un vació por dentro que lo material es imposible que lo llene (Eclesiastés 1:2 y 8). Otro hombre que lo tuvo todo dijo lo mismo: "Ciertamente es completa vanidad todo hombre vive" (Salmo 39), palabras de David. Como ejemplo, queremos compartir hoy una anécdota de la que nos enteramos ayer. Dieron a conocer en las noticias lo que paga la institución deportiva a la que pertenece un presidente, por cada noche de hotel para que él duerma (sin contar traslados, alimentación y otros gastos), la módica suma de 1,500 dólares, traducido a quetzales moneda de Guatemala son 12,000. ¡SOLO PORQUE DUERMA EL SEÑORITO!. En los últimos años hemos visto y oído de maremotos, terremotos, hundimientos, sequías e inundaciones, y, "casualmente" esa es la "única organización que teniendo cedes en todo el mundo, NUNCA, NUNCA, NUNCA... a donado un dólar. Curioso verdad.

Vanidad de vanidades dijo el predicador (Salomón), ciertamente todo hombre que vive es completa vanidad dijo el pastor (David). No nos olvidemos de hacer el bien a otros. Hoy, son ellos los necesitados. Si nosotros fuimos los necesitados ayer, y alguien nos dió TENEMOS LA OBLIGACION DE SER AGRADECIDOS. Y, no sabemos, pero si mañana nos tocara a nosotros ser los necesitados... qué bueno que alguien tendrá que estar agradecido con nosotros... o no. Meditemos.

viernes, 18 de junio de 2010

Joven fui y he envejecido.

David un día que estaba reflexionando acerca de lo que Dios era y había sido para él, exclama: "Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan" (Salmo 37:25).

¿Por qué David pudo dar una declaración como esa? Simplemente porque había experimentado el amor de Dios al extremo. Y Dios desea que nosotros también la experimentemos, esa es la razón quizás por la que permitió que David nos escribiera ese pensamiento. El Señor quería animarnos a que fueramos perfectos, entendiendo primero que "perfectos" aquí no implica "intachables y que no pudiéramos caer", pues la palabra hebrea "tamiym" lo que implica es una persona inocente, íntegra, completa; vea el verso 18 por ejemplo lo que nos dice: "Conoce Jehová los días de los perfectos (inocentes, íntegros, completos) y su heredad será para siempre". ¿No es acaso lo que Jesús vino a hacer por nosotros al separarnos del mundo, ha hacernos inocentes de pecado?. Vea lo que dice el verso 19: "No serán avergonzados en el mal tiempo, y en los días de hambre serán saciados".

Nunca como hoy ha habido tanta hambre en el mundo, y la pregunta es ¿Acaso muchos de los creyentes, no hemos tenido que hacer dieta en éstos tiempos? ¡Dieta, en tiempos de hambre! Así es nuestro Dios. ¿Cuál era el secreto de David para ser tan bendecido? Dice el verso 21-22: "El impio, toma prestado y no paga, mas el "justo" (entiéndase aquí como perfecto, aquél que ha sido redimido por Jesús), tiene "misericordia", y da". El que tiene dos cobijas, de una; y el que tiene suficiente para comer, haga lo mismo, dijo Jesús en una ocasión". ¿Cuál es el secreto entonces, si David dice que el justo es misericordioso? DAR. DAR A LOS NECESITADOS. ESE ES EL SECRETO PARA LLEGAR A VIEJO, Y NO VER A NUESTRA DESCENDENCIA MENDIGANDO PAN. Meditemos.

jueves, 17 de junio de 2010

El Salmo 37.

Hacía mucho tiempo que no poníamos nuestros ojos en el Salmo 37, cuando uno estudia la biblia, generalmente, estudia por temas. En el caso de nosotros, apasionados como somos de la escatología (Ciencia bíblica que estudia los acontecimientos del fin), generalmente nos mantenemos escrudriñando los escritos de Pedro, de Juan, los secretos que Pablo nos diera luego de haber ido al tercer cielo, y, por supuesto, lo que dijera el mismo Jesús acerca del tema.

Pues bien, en éstos días hemos estado estudiando los Salmos, y encontramos en el Salmo 37 el ejemplo tan perfecto de lo que Dios es, para nosotros, como Padre. Inicia dándonos el consejo de que NO pongamos nuestros ojos en el bienestar de los impíos... pues esa será toda la recompensa que tengan, no solamente en ésta vida y en la otra, sino que aparte luego nadie tendrá de ellos memoria (verso 1-2). Nos insta a confiar solamente en EL y a que no nos cansemos de hacer el bien (verso 3). Quiere que nos deleitemos solamente en EL, y así serán concedidos todos los deseos de nuestro corazón (verso 4). Nos muestra que no debemos alterarnos con motivo de que los impíos prosperen, que eso no nos lleve a la ira ni al enojo, pues debemos de saber que los malignos serán al final destruidos, pero los que esperan en EL, serán al final herederos de la tierra (versos 8-9). Y termina consolándonos diciendo: "De aquí a poco, NO existirá más el malo" (verso 10).

Si un amanecer, una flor, un atardecer, la caida del sol sobre el mar, las verdes praderas nos parecen preciosas hoy, que la maldad no sólo nos rodea sino gobierna el mundo, ya se puso usted a pensar ¿Cómo va a ser todo eso, el día que ya no haya malos ni maldad gobernando las naciones ni la cotidianidad en nuestras vidas? ¿Se imagina usted viviendo en un mundo en donde todos colaboremos, en donde todos vivamos en paz, en donde no le falta nada a nadie, en donde todos ayudemos en todo sin ningún interés económico, de poder, o motivo oscuro? Eso, ni más ni menos que eso, es el "nuevo mundo y la nueva vida" que Dios nos promete a SUS HIJOS en Apocalipsis 21 y 22. Meditemos.

miércoles, 16 de junio de 2010

No sólo hacerlo... también tiene que ver la actitud.

No son pocas las ocasiones, ya lo hemos comentado en varias oportunidades, en que hemos discutido hasta el cansancio si los creyentes sufren o no sufren. Si deben de sufrir o no deben de sufrir. Lo discutimos hasta el cansancio, y hasta el cansancio vemos ejemplos de creyentes enquistados en que como somos creyentes NO PODEMOS NI DEBEMOS SUFRIR.

Sin embargo, también hasta el cansancio pudiéramos dar ejemplos de creyentes que conocemos que tienen cáncer; hemos acompañado muchas veces a creyentes que pierden a uno o varios miembros de su familia para siempre; hemos visto creyentes divorciarse; hemos visto mujeres creyentes que son estériles; hemos visto creyentes que no tienen trabajo desde hace mucho tiempo; hemos visto creyentes perder sus propiedades a manos de gentes inescrupulosas ¿Entonces?. Lo que también hemos visto, es lo que ha sucedido con TODOS esos creyentes que han pasado todas esas penas y angustias... hoy, no son los mismos. Ahora aprecian más lo que tienen, lo que logran, lo que poseen, ¿Por qué?, Porque ahora entienden que todo viene del Señor. Ahora ya entendemos también, que no solamente es necesario pasar por el sufrimiento, sino que también tiene que ver la "actitud" con que se pasen las pruebas.

Veamos por ejemplo la forma en que Jesús encaró la cruz: "Padre, no se haga mi vouluntad sino la tuya" (Lucas 22:42) ¿Seríamos capaces de poder decir eso, en medio de la prueba que estamos pasando?. "Por el gozo puesto delante de él, sufrió la cruz" (Hebreos 12:2). ¿Y, sabe usted cuál fue el gozo puesto delante de los ojos de Jesús, por lo cual sufrió la cruz? Pues no fue nada bueno. ¡Eramos usted y yo! pues dice el libro de Romanos que "no hay ni una sóla persona buena" (Romanos 3:10-11), pero, por tenernos... sufrió la cruz con una buena actitud. meditemos.

martes, 15 de junio de 2010

El amigo y hermano que acrecentó su fe.

Lo que a continuación va a leer no es para que usted lo haga... solamente porque otro lo hizo. No es para que usted lo haga... si no recibe de los cielos una palabra para hacerlo. No es para que usted lo haga... si no desea acrecentar su fe. Porque conocemos personalmente a la persona que lo hizo; porque somos testigos fieles de que lo hizo; porque vimos los resultados palpables de lo que Dios hizo... es que se lo compartimos.

Hace alrededor de veiticinco años un amigo y hermano en la fe estaba orando por sus finanzas personales, pues no lograba cubrir siquiera sus necesidades básicas. El era un enemigo declarado del "diezmo" pues miraba que lo utilizaban para pisos, sillas, paredes, parqueos, sueldos de los hermanos encargados de la iglesia, y un jugozo sueldo para el líder; mientras que, en la congregación había hermanos sin trabajo, había viudas sin un sustento, madres solteras pasando penas, etc. Por ello se resistía y daba lo mínimo que podía dar. Una noche, orando en su lugar secreto le dijo a Dios: "Señor ¿Cuál es la razón por la que no me das lo suficiente para que pueda mantener a mi familia? ¿Por qué a otros les das en abundancia y a mi me tienes tan limitado? Por los resultados que vimos, podemos decirle que la voz que escuchó el amigo y hermano, venia de Dios. Lo que recibió de respuesta fue: "Dame el doble de lo que me das". El hermano se quedó de una sola pieza nos contó tiempo después. ¿Cómo era posible que no le alcanzaba lo que tenía, y la llave era dar más".

Nos contó el hermano que no sabe de dónde sacó las fuerzas para confiar, pero que lo hizo. Hoy, ese hermano ya no da el doble de lo que su Señor le pidió, da muchísimo más, pero no falta sobre su techo y el de los suyos la presencia de Dios, la paz de Dios, el amor de Dios, la misericordia de Dios, la provisión sobreabundante de Dios. Lo único, es que esa ayuda que él da (anónimamente), la da directamente a los necesitados, entiéndase a la viuda, al huérfano, al hambriento, al que tiene frío cubrirse, a los presos... no la da para pisos, sillas, parqueos, o fomentar nepotismo en la iglesia. De ese amigo y hermano hoy, podemos decir que acrecentó su fe. Meditemos.

lunes, 14 de junio de 2010

El pecado oculto.

Es un hecho que todo hombre ha pecado, peca y pecará. Es un hecho también que unos pecamos más que otros. También es un hecho que los pecados de unos son más evidentes que los de otros. Los pecados de unos los afectan casi sólo a ellos; los pecados de otros afectan a terceros; y, también hay pecados que afectan a muchas más personas.

Un pecado de adicción sexual puede afectar a una sólo persona, puede llegar a provocarle sida por ejemplo; un pecado de afición a los juegos puede llegar a afectar a toda la familia; un pecado como los que cometieron los seudo economístas en tiempos recientes, pueden llegar a afectar a naciones enteras, y como en el último caso, al mundo entero. David oraba a Dios pidiéndole todos los días que le perdonara sus pecados, pues David se conocía a sí mismo y sabía de su debilidad por las mujeres por ejemplo. David sabía perfectamente que teniendo por esposa a Mical, se enamoró de Abigaíl y también la tomó; sabía que teniendo esas dos mujeres también paró quedándose con Betsabé. Pero lo que más atormentaba a David era saber que tenía un pecado oculto, y que ése pecado lo podía matar más que los otros (Salmo 19:12 y 69:5).

Si David, que era un hombre conforme el corazón de Dios, no solamente tenía sino también temía por sus pecados ocultos, ¿Cuánto más nosotros simples mortales no debemos de orar como David? Podemos vivir con un pecado, puesto que hay muchos que viven con tantos pecados, pero no podemos ser luz, ser guías, ser faros para otros. El pecado nos impide avanzar, el pecado nos quita los galardones que Dios tiene y desea para nosotros. El pecado el punto más crítico que tiene es que nos va endureciendo el corazón, y pronto, pero muy pronto, no sólo nos aparta de Dios sino que ya no queremos estar con El. Meditemos.

domingo, 13 de junio de 2010

La paciencia y la espera.

En éste mundo loco y de carreras en el que vivimos hoy, a todos nos hace falta la paciencia. Todos la queremos tener y todos la necesitamos tener, pero nos cuesta aprenderla. A donde vamos hay que hacer grandes colas, y nos deseperamos; a donde vamos hay que hacer varios trámites, y nos desesperamos; cuando queremos o necesitamos algo tenemos que esperar varios días o meses para obtenerlo, y nos desesperamos.

Hasta donde hemos visto la única solución que hay para adquirir paciencia es "esperar". Tenemos que aprender a saber esperar en la cola que nos tocó; tenemos que aprender a hacer los trámites al ritmo de quien nos atiende; tenemos que aprender a esperar por lo que queremos o necesitamos. Conocemos varios amigos a los cuales les ha tocado esperar por algo en el trascurso de su vida, uno de ellos esperó 20 años para salir de sus penas económicas; otro más esperó 25 años por su auto de agencia; otra más esperó 30 años por su casa propia; otro más espero 50 años para que su padre le dijera: "Hijo, te quiero mucho". No somos los únicos en el mundo a los cuales la paciencia les hace falta. Dice la palabra de Dios que el Señor Jesús cumplirá en el año 2033, dos milenios esperando porque su iglesia, su "esposa", esté sin mancha, sin arruga, y ataviada para la boda.

¡Qué paciencia la que nos muestra nuestro Señor! Cualquiera dirá, sí, pero El es Dios. Perfectamente cierto, pero ¿acaso eso no tiene más mérito? Siendo Dios, pudo haber chasquiado los dedos y hacer que su esposa apareciera como a El le parece, sin tener que sentarse a esperar. Dios es paciente para con nosotros pudiéndo no serlo, esa es una lección que aunque nos cueste aprender debemos luchar por aprender. Meditemos.

sábado, 12 de junio de 2010

¿En qué confiamos, en dónde tenemos nuestras fuerzas?

Cuando eramos pequeños con nuestros primos y amigos soñábamos lo que íbamos a ser y a hacer de mayores, unos soñaban con tener su propia finca, otros con tener varias casas, otros con ser empresarios, otros con ser profesionales, otro más con ser piloto de aviones, etc. Unos hemos logrado a Dios gracias nuestros sueños e ilusiones, otros no.

Pero, ¿Cuál era la razón que nos motivaba a hacerlo? Hasta donde logramos recordar no solamente era el gusto por ser y hacer, sino había un motivo económico, pues mirábamos a quienes eran o tenían lo que nosotros queríamos y vivían muy bien. En ese tiempo, ninguno de nosotros tenía el privilegio de haber tenido un encuentro personal con Cristo. Hoy, casi todos conocemos a Jesús, casi todos caminamos con los ojos puestos en otro punto cardinal. El rey David, aquél hombre que llegó a conocer a Dios a tal grado que la escritura misma dice de él: "Un hombre, cuyo corazón era semejante al de Dios", explica en el Salmo 20 y verso 7 la diferencia de pensamiento.
"Estos confían en carros, y aquellos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria".

Esa es la diferencia entre el tiempo en cuando éramos chicos al día de hoy. Hoy ya no nos mueve el dinero, sabemos que cada día vale menos; hoy ya no nos mueve lo que se pueda llegar a tener, pues todo se ha de corroer, podrir o deteriorar; hoy no nos mueven los gozos y los manjares de éste mundo, pues Jesús nos ha ofrecido mucho más para el otro mundo; hoy, tenemos nuestra confianza puesto en el autor y consumidor de la fe, en Jesucristo mismo. Meditemos.

viernes, 11 de junio de 2010

¿Por qué oramos de mañana?

En realidad la ora en que decidamos tener nuestro devocional con Dios no influye en el hecho de que nos oiga o no nos oiga; en que nos responda positivamente o no lo haga. Tampoco es una ley o una fórmula que El nos haya impuesto, recomendado quizás sí. Es más, a El no le afecta en absoluto si nosotros oramos en la mañana, al medio día, o por la noche. Es a nosotros a quienes sí afecta directa o indirectamente.

Las razones por las cuales nosotros aconsejamos orar por la mañana son por las experiencias mismas de lo que hemos visto en los últimos años. Si oramos por la mañana la mente está más despejada; nos vemos obligados de levantarnos temprano para poder cumplir con esa necesidad; por lo general, casi siempre amanecemos en casa o en el mismo lugar; en casa tenemos un sitio apartado para poder hacerlo; bendecimos nuestro techo; salimos a la calle con el gozo de haber estado primero que nadie, con nuestro Señor; cargamos de energía positiva nuestro tanque espiritual; la posibilidad de una interrupción es casi mínima, salvo una llamada de emergencia; etc. Bíblicamente vemos que las personas más entregadas a Dios oraban por la mañana (esto no quiere decir que no le dedicaban al Señor tiempo durante el día, ni que nosotros tampoco lo hagamos).

Daniel oraba varias veces al día, pero se levantaba de mañana para orar (Daniel 6:10). David oraba y adoraba a Dios durante el día, pero su afán era levantarse de mañana a hablar con Dios (Salmo 5:3). Jesús les enseñó a sus discípulos a orar por la mañana (ver en los 4 evangelios); los discípulos oraban de mañana al igual que Pablo. Entonces la pregunta es ¿Si ellos lo hacían, y son nuestros guías, por qué no hacerlo nosotros igual, si vemos que es bueno y funciona? Meditemos.

jueves, 10 de junio de 2010

¿Hasta cuándo Jehová, me olvidarás?

Hubo un tiempo en la vida de David en que sus enemigos y sus penas se multiplicaron tanto, que exclamó: ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? (Salmo 13:1). No son pocas las ocasiones en las cuales nosotros pensamos lo mismo. ¿Por qué nos sucede eso? ¿Por qué hay épocas de nuestras vidas en las cuales sentimos que Dios simplemente no nos escucha, no nos responde, como que vuelve sus ojos y oídos para otro lado?

David mismo nos responde tres salmos más tarde, Salmo 16 y verso 4: "Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven DILIGENTES a otro dios". Nuestro Dios es grande, nuestro Dios es poderoso, nuestro Dios es misericordioso, pero se nos olvida que el mismo dijo. "Porque YO soy tu Dios, grande, fuerte pero CELOSO (Exodo 20:5). Ahora bien, no necesariamente significa que tenemos imágenes que no agradan a Dios para ponerlo celoso, con sólo los afanes de éste mundo ya es suficiente. Si para nosotros está primero el trabajo, el dinero, los quehaceres, las reuniones sociales, los compromisos, etc. que Dios... ya es suficiente para probocarle a celos. Jesús lo sabía, por ello en la última de las oraciones que hizo, no solamente por los discípulos sino también por todos aquellos que habíamos de creer en EL por la palabra de ellos, dijo: "Padre, están en éste mundo pero no son de éste mundo, te ruego que los cuides" (Juan 17.15).

Pablo dijo: "El que no quiere trabar, está bien; pero entonces que tampoco coma" (2da Tesalononicenses 3:10). Así de simple, si queremos andar por el mundo poniendo la mano para pedir, excelente. Pero debemos saber que esa actitud no es la de los hijos de Dios; si queremos ir por el mundo medio pasándola, está bien; pero hemos de saber que con esa actitud no llevaremos a nadie al reino de los cielos. Que hay que trabajar, hay que trabajar; pero, que ese afán nos aparte de Dios. Salomón dijo: "Todo tiene su tiempo debajo del sol, tiempo de trabajar y tiempo de descansar" (Eclesiastés 3:2). ¡Cómo pretendemos que Dios no se olvide de nosotros, si nosotros nos olvidamos de EL! Meditemos.
Meditemos.

miércoles, 9 de junio de 2010

Quién es quién en la parábola.

Ayer vimos la parábola de la fiesta de las bodas del hijo del rey (Mateo 22). En ella vimos a determinados personajes, personajes que no todos identificamos, por ello es que la denominamos una parábola, por ello es también que necesitamos una explicación. Y la escritura nos la da en diferentes pasajes.

Si nosotros analizamos la escritura como lo hemos venido diciendo, en forma completa, o sea, uniendo piezas, veremos claramente lo que la misma nos dice. Aquí, en ésta parabola aparecen básicamente los siguientes personajes: Un rey, un hijo, unos siervos, unos convidados mal agradecidos, unos convidados buenos y otros malos, y un personaje que es atado de pies y manos. En toda la escritura nosotros podemos ver que cada vez que se refiere a un "rey" específico, se refiere a Dios Padre; en cada ocasión en que se menciona al "hijo" de ese rey, se refiere a Jesucristo; por la parábola de Lázaro y el rico en Lucas 16, vemos que los "siervos" son Moisés y los profetas; por los ayes de Jesús en Mateo 23 y 24, vemos que los "invitados primarios" eran el pueblo judío; que los "invitados asesinos", eran los judíos "religiosos"; y que los convidados "buenos", eran todos aquellos que aceptaron a Jesús; obviamente los "malos", son los que no lo aceptaron; y por último, el personaje que fue "atado", si estudiamos la escritura en apocalipsis vemos que el único personaje que es atado y echado fuera, es satanás.

Hay personas que predican que los "buenos" son los judíos que aceptan a Jesús, y que los "malos", nos representan a los gentiles que aceptamos a Jesús. Esto, pudiera ser cierto, pero lo único, es que entonces no habría testigos entre los impios de que toda promesa hecha por Dios, se cumple, y ese, no es el mensaje que nos deja la parábola de Lázaro y el rico. Meditemos.

martes, 8 de junio de 2010

¡Aunque usted no lo crea!

Jesús dijo ésta parábola: "El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas para su hijo" (Mateo 22:1). Los que hoy estamos en la edad madura, hemos tenido casi que por regla general, que preparar una boda para alguno de nuestros hijos, o, para todos ellos como en nuestro caso. Y entonces inicia la lista de prepararativos: que las mesas, que las sillas, que los manteles, que el pastel, que la decoración, que la comida, que el acompañamiento, que el vestido, que la ceremonia, que el ministro, etc. Un sin fín de elementos y tratando de coordinarlos de tal forma que todo quede acorde.

Pues nos cuenta Jesús ésta parábola acerca de la preparación de la boda del hijo de un rey. Si es parábola "tenemos" que entender que está hablando ni más ni menos que de SU BODA, aquella que conocemos como LA BODA DEL CORDERO (Apocalipsis 19). Pues bien, nos cuenta Jesús que salieron los siervos a llevar la noticia a los invitados, pero éstos dijeron: "No queremos ir" (Apocalipsis 19:3). Vinieron los siervos al rey y le hicieron ver la situación, mas el rey no se molestó sino simplemente les dijo: "Decid a mis convidados que ya todo está preparado, que vengan" (Apocalipsis 19:5). Vinieron pues los siervos nuevamente y se lo comunicaron al rey. Entonces dice Jesús que el rey se enojó, y no solamente mandó a destruir a las ciudades de cuyos eran los convidados, sino que mandó invitar a todos los que encontraran los siervos, fueron éstos "buenos" o "malos" (versos 6-10).

Aquí vemos algo asombroso pero encubierto, y es para un ¡Aunque usted no lo crea! La boda ya estaba preparada pero fue "suspendida" y no solamente en una ocasión sino en dos. La prueba es que los convidados no dijeron no iremos, sino simplemente no fueron y dejaron a los novios plantados. Mucho se ha debatido que solamente unos pocos "privilegiados" entrarán a la boda del Cordero, aquí Jesús nos hace ver que no solamente estarán en la boda "todos" los buenos sino que hasta habrán "malos" (lea bien el verso 10). ¿La razón? Porque así como los buenos son siempre testigos de la destrucción del malo y la maldad (vea a Abraham frente a Sodoma y Gomorra al día siguiente de su destrucción en Génesis 19:28. Así también los malos serán testigos de que todas las promesas de Dios eran verdad pero que fueron rechazadas por muchos). ¿Quién no nos dice que las bodas ya están preparadas, pero que han sido suspendidas, y quizás no solamente una sino acaso ya dos veces? Jesús nos dice que el novio y la novia son importantes, pero, que sin invitados la boda NO SE PUEDE REALIZAR. Los acontecimientos mundiales se asemejan mucho a Mateo 24 hoy en día ¡Aunque usted no lo crea!. Meditemos.

lunes, 7 de junio de 2010

¿Podemos ser prosperados?

El Señor siempre quiere lo mejor para su pueblo, para su gente, y por supuesto para usted como hijo suyo. Ahora bien, en la actualidad existe una doctrina que NO es la doctrina de Dios, y a esa doctrina los que NO la aceptamos la llamamos "doctrina de paz, poder y prosperidad". Y usted se preguntará ¿Y entonces, en qué quedamos sí o no?. Nos explicamos.

Cuando Dios en los albores de la creación de su pueblo le habló a Moisés, le dio las leyes y las normas bajo las cuales había de morar su pueblo. Y, en el libro de Deuteronomio, específicamente en el capítulo 28 le dió los lineamientos para una vida plena o una vida de fracaso. Y la clave de la vida plena es según nos dice en el verso 1 ´"oír" su voz y "obedecerla". No habla de "trabajar" 20 horas al día, no habla de que "hagamos lo imposible" por acumular riqueza, no habla de que "confesemos por fe" que seremos ricos. Además, la "riqueza" de que Dios nos habla allí, no necesariamente es "multitud" de billetes, sino tan sólo nos habla de "tener abundantemente" por la "bendición" que El dará a nuestro camino, a nuestro fruto, a nuestra casa, en nuestras entradas y en nuestras salidas (ver los versos 3,4,5,6, etc).

Además, en libros como los Salmos podemos encontrar algunas otras claves para tener esa "abundancia" o esa "prosperidad" que con justa razón todos queremos para nuestras familias. Bienaventurado el varón que no anduvo en "consejo de malos"; ni estuvo en "camino de pecadores"; ni en silla de "escarnecedores" (burladores) se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su "delicia"; y en la ley de Jehová "medita" de día y de noche... y todo lo que hace "prosperará" (Salmo 1). NO es confesando riqueza por fe, no es pasando por encima de cualquiera, no es trabajando 20 horas al día... es gozándose en la presencia de Dios de día y de noche; honrando el nombre de Dios a cada momento; agradando a Dios en todo lo que hagamos que seremos prosperados. Meditemos.

sábado, 5 de junio de 2010

Y el velo del templo se rasgó.

Tantas veces hemos leído en la escritura la expresión: "Y el velo del templo se rasgó", pero ¿Qué era ese velo y qué significado tenía y tiene?. El templo de Jerusalén estaba dividio en tres partes, el Atrio, lugar al que entraban todos los judíos por nacimiento o por nacionalidad; el Lugar Santo, en donde solamente entraban los sacerdotes, y no podía entrar el pueblo; y, el Lugar Santísimo, aquél lugar en donde se guardaba el arca del pacto que tantos años llevaron en hombros los que salieron de Egipto (ver Exodo y Deuteronomio).

Todos los años los judíos estaban obligados por la ley de Moisés a presentarse al templo, pero los sacerdotes y el Sumo Sacerdote vivían en el templo y sus edificios (aquellos de los que Jesús nos habló que iban a ser destruidos). Los sacerdotes eran los encargados de realizar las tareas diarias, y tareas especiales según su orden como lo vemos en el caso de Zacarías el padre de Juan el Bautista (Lucas 1:8). Pero la tarea del Sumo Sacerdote era entrar "solamente" una vez por año en el Lugar Santísimo para ofrecer una ofrenda por él primeramente, para no morir delante de la presencia de Dios; y luego por el pueblo. El Lugar Santísimo era tan sagrado que tenía un velo muy grueso para que nadie pudiera entrar ni ver nada. Era un lugar tan resguardado que cuentan los historiadors como Josefo, que el Sumo Sacerdote el día que tenía que entrar, entraba amarrado con un lazo en el pie por si se daba el caso de que muriera dentro, puesto que nadie podía entrar a sacarlo entonces había de ser halado.

Ese es el velo que se rompió cuando Jesús murio. ¿Por qué? Pues porque EL era el "cordero" verdadero, de ese día (el día de su muerte o sacrificio) ya no iba a ser necesario matar más corderos para remisión de pecados. Jesús era también el Sumo Sacerdote de Sacerdotes que iba a interceder por nosotros directamente a la derecha del Padre. Por ello el escritor de Hebreos nos dice: "Acercaos, pues, CONFIADAMENTE al trono de gracia, para alcanzar misericordia..." (Hebreos 4:16), porque ahora ya no necesitamos de nadie para hablar con Dios, lo podemos hacer personalmente y en cualquier lugar, que, coicidentemente, fue lo que Jesús le dijo a la Samaritana en Juan 4:23). Meditemos.

viernes, 4 de junio de 2010

¿Quiénes mataron a Jesús, los romanos o los judíos?

Si todavía existiera aquél famoso programa de televisión de los 60s. "La pregunta del millón", ésta quizás sería la pregunta final. Aquél programa consistía en ir haciendo preguntas a los concursantes, y mientras que los que respondían avanzaban a la siguiente fase, los que fallaban eran eliminados. Al final solamente quedaba alguien con una última pregunta, si la respondía se hacía acreedor al millón de dólares. Esta pregunta parecería encajar para esa última ocasión.

Tradicionalmente e históricamente, se puede probar que la muerte "física" de Cristo fue realizada por los romanos. Eran los romanos quienes habían heredado de pueblos antiguos las costumbres de "crucificar" a los presos. Eran los romanos los que hacían "juicios injustos" para condenar a sus presos. Eran los romanos los que acostumbraban ejecutar en "público" sus sentencias, para mantener amedrentadas a las masas. Pero, los hechores intelectuales NO FUERON ELLOS, fueron los judíos. Ahora bien, NO FUE EN SI EL PUEBLO JUDIO. Nos explicamos. La muerte de Jesús fue lo que se conoce como un complot, fue una muerte religiosa disfrazada de muerte política. Los judíos que planearon la muerte de Jesús no fueron los judíos que conformaban las masas, fueron la "crema y nata de los religiosos". Aquellos que debían de proclamar al Hijo de Dios cuando viniera, fueron los que lo mataron.

Veamos algunos versículos que prueban lo dicho. Los "soldados" que prendieron a Jesús eran soldados de la guardia pretoriana, o sea, soldados de los religiosos (Hechos 23:35). Cuando lo prendieron ¿A dónde lo llevaron? Al Sumo Sacerdote (Mateo 26:57). ¿Quiénes conformaron el grupo de juicio contra Jesús? Los principales entre los sacerdotes, los ancianos, y TODO el concilio (Mateo 26:59). ¿Quién fue el que dió la sentencia para que Cristo muriera? Pues nada menos y nada más que el SUMO SACERDOTE, Caifás (Mateo 26:65-66). ¿Quiénes fueron los primeros en escupir el rostro de Jesús, en darle puñetazos, en abofetearle, y en burlarse de Jesús? Pues los religiosos (Mateo 26:67-68). Los romanos actuaron, porque los "reliosos judíos" los manipularon, haciéndoles creer que El Cristo se denominaba Rey de los Judíos, y eso, hacía peligrar al autoridad del César, y los romanos lo creyeron. Meditemos.

jueves, 3 de junio de 2010

Entonces, ellos discutían entre sí, ¿Quién sería?

Jesús durante sus tres años y medio de caminata con sus discípulos fue muy claro en determinadas situaciones, pero, en otras no tanto. Por ejemplo, vemos en Mateo 26:6-10) cuando deja muy claro que la mujer que derramó el vaso de alabastro de perfume sobre él, que de ella se hablaría por siempre cada vez que se hablara del evangelio. Muchos piensan que esa mujer fue María Magdalena, pero si usted estudia Juan 12:1-3 verá que fue María, la hermana de Marta y Lázaro, aquellos de Betania.

Vemos acciones y pensamientos claros de Jesús por ejemplo cuando nos dice: "Pobres siempre tendréis entre vosotros", ésto lo dijo en el mismo contexto de lo de María la hermana de Marta y Lázaro (Mateo 26:11). En éste mismo capítulo también nos hace ver que los dos "famosos discípulos desconocidos" que fueron a preparar la Santa Cena por órdenes de Jesús, fueron Pedro y Juan (vea el verso 17). Pero, hubo situaciones en las cuales Jesús, aparentaba no ser tan claro, aún y cuando sí lo era. Veamos la noche de la Santa Cena, cuando se supone que da la clave para que todos sepan ¿Quién es el discípulo que lo va a entregar a los religiosos? Les dice: "A la verdad el Hijo del Hombre va (a ser entregado), según está escrito de él, pero ¡Ay de aquél por que es entregado! (versos 23-24), es aquél quien moja su pan en mi plato (verso 23 de mateo 26). Y dice la escritura en Lucas 22:23 que los discípulos "discutían entre sí, quién de ellos sería".

La pregunta es, si ya Jesús les había dicho que el traidor era aquél que remojaba su pan en el plato ¡Qué más señal querían? ¡SIMPLEMENTE, ERA ESE! El problema nace, porque TODOS remojaban su pan en el plato, por eso era que discutían quién sería. Ellos caminaron con Jesús tres años y medio; ellos durmieron con Jesús tres años y medio; ellos peregrinaron con Jesús tres años y medio; y, ellos comieron con Jesús tres tiempos diarios por tres años y medio, así que TODOS llegaron a tener intimidad con Jesús, por ello es que lo que para nosotros es una señal para ellos no lo era. Meditemos.

miércoles, 2 de junio de 2010

Consejos de Jesús para el fin de los tiempos.

Creemos firmemente que tenemos que estar conscientes del tiempo en el que vivimos, Jesús dijo, cuando se refirió a los tiempos del fin, que NADIE, ni los ángeles del cielo saben del día ni de la hora en que ha de suceder esto. Sin embargo, nos dio al menos dos o tres claves para que aquél día no nos tome por sorpresa.

Primero nos dijo: "Mirad que nadie os engañe" (Mateo 24:4). Eso quiere decir que van a ver muchos engañadores en el tiempo del fin. Y, ¿Qué es lo que dirán esos engañadores? Pues Jesús mismo nos lo dijo: "Van a venir muchos en su nombre diciendo que son el Cristo mismo" (verso 5). Y, sigue diciendo Jesús que, a pesar de que EL nos lo está avisando "van a engañar a muchos". Una segunda clave que Jesús nos da para los tiempos finales es: "Velad", "Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor" (verso 42). Y hace la comparación con aquél ladrón que está esperando que todos estén dormidos para entrar a escondidas. Por eso tenemos que estar atentos, porque no sabemos en qué momento puede ser, pero sabemos que puede ser. Sin embargo, a pesar de que no conocemos el tiempo exacto sí podemos tener una noción del tiempo de su venida, pues Jesús nos menciona algunos acontecimientos.

El evangelio será predicado por todo el mundo (verso 14), hoy, con los medios de comunicación tan avanzados que tenemos, eso, es más posible que nunca. Luego nos dice, que cuando haya gran tribulación como nunca la ha habido ni la habrá en Jerusalén, en Judea, es otra señal. Que cuando veamos la reconstrucción de Israel en los tiempos modernos (verso 32), no pasará esa generación sin que EL venga (verso 34). Con respecto al tiempo que dura una generación hay muchas opiniones, nosotros preferimos quedarnos con la que DIOS le dio a Abraham en Génesis 15:13-18, que fue de 100 años. Israel fue reconstruido en los tiempos modernos en 1947, el 29 de noviembre por orden de la ONU. Meditemos.

martes, 1 de junio de 2010

Respuestas.

Como vimos ayer los discípulos le hacen al Señor tres preguntas, pero el Señor como en otras ocasiones, no les responde directamente, o, les responde casi que en forma de parábolas. Las tres preguntas fueron: ¿Cuándo será la destrucción del templo y sus edificios? ¿Qué señal habrá de tu venida? y ¿Qué señal habrá del fin del siglo? (Mateo 24:3).

El Señor no responde en orden las preguntas, pues vemos que la respuesta a la primera pregunta la da en los versos 15 al 22, en donde explica lo que le sucederá a Jerusalén, en Judea (verso 16 y Lucas 21:20) en su momento, y utiliza la palabra "cuando" en el verso 15. La respuesta a la segunda pregunta la da en los versos 30 al 34, en donde utiliza la palabra "señal". Y, por último, la respuesta a la tercera pregunta la da en los versos 6 al 14, en donde incluso divide el fin en tres etapas, a saber: "aún no es el fin", "principio de dolores", y "entonces vendra el fin" (versos 6, 7 y 14 respectivamente). A su vez, si usted analiza la respuesta a la última pregunta, encontrará que aún y cuando es cronológica, no suceden inmediatamente, sino que hay períodods de años entre una etapa y la otra.


Ahondar en la respuesta sería tema de un seminario y no de un mensaje, pero si usted se toma la molestia de no sólo "leer" sino "estudiar" (y comparativamente con Marcos 13 y Lucas 21) éste capítulo a fondo, verá con toda seguridad que la forma en que nos lo han enseñado, no necesariamente es la correcta. Pruebas: 1) Este capítulo es explicado para las generaciones, pero en su esencia, es para los judíos, y más aún, es para los discípulos. 2) Solamente hay una Judea en todo el mundo y está en Israel. 3) La Gran Tribulación NO es para todo el mundo, es solamente para la ciudad de Jerusalén, en territorio de Judea en Medio Oriente. 4) Todos los discípulos fueron, con la excepción de Juan, martirizados. Meditemos.